Hace un año, el doctor Alan García Pérez, asumió la Presidencia de la República instaurando “un gobierno del cambio responsable” en una segunda oportunidad que le dio el pueblo peruano.
El agro, que representa a la tercera parte del país y al mayor generador de empleo productivo, lo respaldó. Parte del agro creyó en el Plan de Gobierno que recogía sus aspiraciones.
Las promesas del Dr. Alan García de revisar ‘línea por línea’ el TLC aprobado por el anterior gobierno, así como el ofrecimiento del APRA de fortalecer el Agrobanco para que otorgue créditos anuales por US $ 150 millones; apoyar la rentabilidad y modernización del agro; implementar el Programa “Sierra Exportadora”; planificar y zonificar la producción agrícola; concluir con la titulación y garantizar la seguridad jurídica de las tierras; el adecuado uso del agua de riego; entre otros, lograron captar el respaldo del campo.
Un año después, sin embargo, la realidad sigue siendo dramática para el agro peruano. Lo único saludable es la promulgación de la Ley de Relanzamiento del Agrobanco. Sin embargo, su manejo está en riesgo porque la designación de sus directores está en manos de los ministros de Economía y Agricultura, que se han declarado enemigos del crédito agrario directo.
Qué no se hizo por el agro:
· El presidente de la República y el presidente del Consejo de Ministros, no han recibido en diálogo a los gremios de productores agrarios, a pesar de reiterados pedidos.
· Desorden e improvisación en el Ministerio de Agricultura, donde se han cambiado dos ministros, cinco viceministros y cinco jefes de planificación.
· La comisión mixta MINAG-CONVEAGRO, para evaluar las compensaciones para los productos que serán afectados por el TLC con EUA, no avanzó.
· El Ejecutivo se mostró lento e inoperante ante las emergencias causadas por el clima.
· El Gobierno dispuso la rebaja indiscriminada de aranceles y sobretasas a productos sensibles, dejando sin defensa a los pequeños y medianos productores.
· El Congreso aprobó, en la misma línea del ‘sí o sí’ del Gobierno de Toledo, las enmiendas al TLC Perú-EUA, sin dar paso al debate y con el respaldo de los mismos negociadores, a quienes en su momento CONVEAGRO los catalogó como “traidores al agro”.
· Sierra Exportadora, se mantiene como un programa que no digiere la realidad. Los productores de la Sierra no participan ni se benefician de su ejecución.
· El agro mayoritario no alcanza rentabilidad pues se acrecienta la importación subsidiada de alimentos y porque no hay decisión para corregir el sistema de comercialización que solo favorece a los intermediarios.
· El proceso de titulación de tierras ha quedado trunco tras la fusión del PETT. La seguridad jurídica de las tierras no está garantizada y el adecuado uso del agua de riego no puede asegurarse debido a que la ley que la promueve no avanza.
· Entrampamiento por parte del MINAG, a la decisión presidencial de apoyar a las organizaciones agrarias en la importación de fertilizantes para afrontar el elevado precio de la urea.
¿Qué espera el agro?
· Voluntad política para el fortalecimiento de la organización agraria a través de la reposición de la ley del Autogravámen y romper el actual sistema de comercialización que ha empobrecido al campo.
· Institucionalización del crédito agrario, a fin de respaldar el acceso a la competitividad que busca el pequeño y mediano productor.
· Un sistema tributario real para el agro, que definiendo las particularidades del sector fomente la formalización de los productores agrarios en beneficio de ellos mismos y del Estado.
· Programa de compensaciones para los diez productos agrarios sensibles que serán afectados por el TLC con los EEUU. La lista de estos productos ya fue entregada a las autoridades del Gobierno, con su respectiva fundamentación.
· El cumplimiento de la ley de compras estatales que obliga la adquisición de productos agropecuarios a los propios productores a través de sus organizaciones verdaderamente representativas.
· Elaboración de una Agenda Interna consensuada, determinando los mecanismos adecuados que hagan de esta actividad competitiva, rentable y moderna y mejore sustancialmente las condiciones de vida de los productores agrarios y sus familias.
· Definir un Plan Nacional Agrario y una Política de Estado de largo plazo, producto del diálogo constructivo entre el sector público y privado, sin exclusiones.
Desde CONVEAGRO nos comprometemos a:
· Impulsar los mecanismos que permitan garantizar la seguridad alimentaria de todos los peruanos y hacer uso sostenible del medio ambiente y sus recursos.
· Mantener el diálogo democrático con el MINAG, el Congreso y otras instancias del Estado, trabajar en la formulación de propuestas concertadas que permitan aprovechar los beneficios de la actual bonanza económica buscando rentabilidad del pequeño y mediano agricultor, y una vida digna para éstos y para los campesinos del Perú.
· La defensa de la pequeña y mediana agricultura, las comunidades campesinas y nativas, reconociendo y garantizando sus derechos de acceso a la tierra, a la seguridad jurídica y la titulación de tierras.
· Defender el medio ambiente y el derecho de los pueblos rurales a vivir en un ambiente sano y a participar de manera informada en las decisiones que se toman sobre el manejo de los recursos.
· Participar en el proceso de Reforma del Estado y Descentralización del país propiciando la distribución equitativa de los recursos estatales para programas de inversión social y productiva.
· Relanzar el Consejo Nacional de Concertación Agraria involucrando a los auténticos representantes de los productores organizados y reglamentando los CORECAS regionales.
· Mantener el apoyo a las acciones iniciadas ante INDECOPI por los productores de algodón y leche, denunciando abuso de posición de dominio de grandes empresas, buscando que tengan eco en la legalidad y justicia, y que no sean escamoteadas por intereses políticos o de poder económico.
El agro, que representa a la tercera parte del país y al mayor generador de empleo productivo, lo respaldó. Parte del agro creyó en el Plan de Gobierno que recogía sus aspiraciones.
Las promesas del Dr. Alan García de revisar ‘línea por línea’ el TLC aprobado por el anterior gobierno, así como el ofrecimiento del APRA de fortalecer el Agrobanco para que otorgue créditos anuales por US $ 150 millones; apoyar la rentabilidad y modernización del agro; implementar el Programa “Sierra Exportadora”; planificar y zonificar la producción agrícola; concluir con la titulación y garantizar la seguridad jurídica de las tierras; el adecuado uso del agua de riego; entre otros, lograron captar el respaldo del campo.
Un año después, sin embargo, la realidad sigue siendo dramática para el agro peruano. Lo único saludable es la promulgación de la Ley de Relanzamiento del Agrobanco. Sin embargo, su manejo está en riesgo porque la designación de sus directores está en manos de los ministros de Economía y Agricultura, que se han declarado enemigos del crédito agrario directo.
Qué no se hizo por el agro:
· El presidente de la República y el presidente del Consejo de Ministros, no han recibido en diálogo a los gremios de productores agrarios, a pesar de reiterados pedidos.
· Desorden e improvisación en el Ministerio de Agricultura, donde se han cambiado dos ministros, cinco viceministros y cinco jefes de planificación.
· La comisión mixta MINAG-CONVEAGRO, para evaluar las compensaciones para los productos que serán afectados por el TLC con EUA, no avanzó.
· El Ejecutivo se mostró lento e inoperante ante las emergencias causadas por el clima.
· El Gobierno dispuso la rebaja indiscriminada de aranceles y sobretasas a productos sensibles, dejando sin defensa a los pequeños y medianos productores.
· El Congreso aprobó, en la misma línea del ‘sí o sí’ del Gobierno de Toledo, las enmiendas al TLC Perú-EUA, sin dar paso al debate y con el respaldo de los mismos negociadores, a quienes en su momento CONVEAGRO los catalogó como “traidores al agro”.
· Sierra Exportadora, se mantiene como un programa que no digiere la realidad. Los productores de la Sierra no participan ni se benefician de su ejecución.
· El agro mayoritario no alcanza rentabilidad pues se acrecienta la importación subsidiada de alimentos y porque no hay decisión para corregir el sistema de comercialización que solo favorece a los intermediarios.
· El proceso de titulación de tierras ha quedado trunco tras la fusión del PETT. La seguridad jurídica de las tierras no está garantizada y el adecuado uso del agua de riego no puede asegurarse debido a que la ley que la promueve no avanza.
· Entrampamiento por parte del MINAG, a la decisión presidencial de apoyar a las organizaciones agrarias en la importación de fertilizantes para afrontar el elevado precio de la urea.
¿Qué espera el agro?
· Voluntad política para el fortalecimiento de la organización agraria a través de la reposición de la ley del Autogravámen y romper el actual sistema de comercialización que ha empobrecido al campo.
· Institucionalización del crédito agrario, a fin de respaldar el acceso a la competitividad que busca el pequeño y mediano productor.
· Un sistema tributario real para el agro, que definiendo las particularidades del sector fomente la formalización de los productores agrarios en beneficio de ellos mismos y del Estado.
· Programa de compensaciones para los diez productos agrarios sensibles que serán afectados por el TLC con los EEUU. La lista de estos productos ya fue entregada a las autoridades del Gobierno, con su respectiva fundamentación.
· El cumplimiento de la ley de compras estatales que obliga la adquisición de productos agropecuarios a los propios productores a través de sus organizaciones verdaderamente representativas.
· Elaboración de una Agenda Interna consensuada, determinando los mecanismos adecuados que hagan de esta actividad competitiva, rentable y moderna y mejore sustancialmente las condiciones de vida de los productores agrarios y sus familias.
· Definir un Plan Nacional Agrario y una Política de Estado de largo plazo, producto del diálogo constructivo entre el sector público y privado, sin exclusiones.
Desde CONVEAGRO nos comprometemos a:
· Impulsar los mecanismos que permitan garantizar la seguridad alimentaria de todos los peruanos y hacer uso sostenible del medio ambiente y sus recursos.
· Mantener el diálogo democrático con el MINAG, el Congreso y otras instancias del Estado, trabajar en la formulación de propuestas concertadas que permitan aprovechar los beneficios de la actual bonanza económica buscando rentabilidad del pequeño y mediano agricultor, y una vida digna para éstos y para los campesinos del Perú.
· La defensa de la pequeña y mediana agricultura, las comunidades campesinas y nativas, reconociendo y garantizando sus derechos de acceso a la tierra, a la seguridad jurídica y la titulación de tierras.
· Defender el medio ambiente y el derecho de los pueblos rurales a vivir en un ambiente sano y a participar de manera informada en las decisiones que se toman sobre el manejo de los recursos.
· Participar en el proceso de Reforma del Estado y Descentralización del país propiciando la distribución equitativa de los recursos estatales para programas de inversión social y productiva.
· Relanzar el Consejo Nacional de Concertación Agraria involucrando a los auténticos representantes de los productores organizados y reglamentando los CORECAS regionales.
· Mantener el apoyo a las acciones iniciadas ante INDECOPI por los productores de algodón y leche, denunciando abuso de posición de dominio de grandes empresas, buscando que tengan eco en la legalidad y justicia, y que no sean escamoteadas por intereses políticos o de poder económico.
Consejo Directivo Nacional CONVEAGRO