El casco urbano de Chimbote en su extensión de 60 manzanas se continúa modificando en cuanto a su remozamiento como la cara visible de la ciudad. Esto se evidencia, al existir una modernización en su plaza de armas, plazoletas, bulevares reestructuración de su malecón, crecimiento de su comercio, mejora en sus servicios de saneamiento y de comunicaciones, y sobre todo la existencia de faros de cultura representados por las universidades.
Sin embargo estas potencialidades no se han articulado por falta de continuidad en las políticas municipales que se orienten a mejorar el ornato de la ciudad. Aun en Chimbote el sistema de recojo de basura, limpieza de calles, techos y fachadas le dan un aspecto sucio, contaminado, y la ciudad esta entrando en una espiral de desorden, con un comercio ambulatorio que gana a la norma municipal, comercio formal no vigilado por la comuna, déficit de ordenamiento vehicular, sistema de recojo de basura informal, insuficiente seguridad ciudadana, etc.
Una de las acciones que contribuiría grandemente al ornato, disminuir la contaminación aérea, ser un impulso para el desarrollo de la ciudad es la promulgación de una norma municipal con carácter de ley local que regule el espacio aéreo y obligue a las empresa eléctrica y telefónica locales adecuarse a ella en el corto plazo.
Esto en referencia al caos existente en el espacio aéreo ocasionado por los cables eléctricos, telefónicos, TV-cable, y de Internet; Además de los postes de alumbrado o de telefónica innecesarios.
La presencia de este sistema caótico de cables y postes se ha instalado paulatinamente en nuestra ciudad, sin detener su avance, ante la vista y paciencia de todas las autoridades locales que han precedido a esta nueva gestión edilicia.
Chimbote es una ciudad que va buscando su espacio en la modernidad; ya no es posible entender a una ciudad moderna con cables aéreos; se impone la planificación de una red eléctrica y telefónica subterránea o en el caso de telefónica por otras soluciones basadas en la tecnología actual de las comunicaciones, que brindan alternativas múltiples y variadas.
Son consecuencias negativas que se agregan a esta problemática de modernidad; La contaminación visual a que esta obligado a presenciar en sus aires todo chimbotano, le significa una causa probable de accidente o muerte frente a la caída inopinada de un cable o poste, probabilidad que sea acentuaría en caso de sismo telúrico como el desastre ocurrido hace 37 años en el departamento o recientemente en Ica, donde la permanencia de postes y cables aéreos fueron causas de muertes, corte de fluido de luz y parálisis de las comunicaciones, con consecuencias por todos conocidas.
La presencia de cables aéreos exacerban la delincuencia (robo de cables por el cobre existente en ellos; permanencia de oscuridad por el corte intempestivo del fluido eléctrico, posibilidad de incendios por cortocircuitos, interferencia con las comunicaciones, etc.
La presencia de Cables y postes mal ubicados es causa de accidentes de transito, con consecuencias no solo en la morbi-mortalidad, sino también funestas desde el punto de vista económico.
Impide el pintado, remozado de las fachadas, ubicación correcta de los avisos luminosos correspondientes a las viviendas y comercio formal.
La ausencia de Cables y el exceso de postes favorecen al turismo, el ordenamiento vehicular, la adecuada implementación del servicio de seguridad ciudadana, el ordenamiento del comercio, se favorece la limpieza de las calles y se puede convertir en un factor promocional de cultura.
Con esta acción no solo gana el ciudadano; sino también se beneficiada la empresa eléctrica, al disminuir los niveles de robo de energía, mejoría en el sistema de control al usuario, evita el robo de cables, evita un pago elevado municipal por colocación de postes y usar un espacio aéreo mas costoso; e indudablemente mejora su imagen ante la sociedad.
El alcalde y los regidores Chimbotanos que se preocupen por acoger esta propuesta de la sociedad civil, siempre será recordado como un promotor de modernidad y con ello ratificara su compromiso con el ornato de la ciudad.
Sin embargo estas potencialidades no se han articulado por falta de continuidad en las políticas municipales que se orienten a mejorar el ornato de la ciudad. Aun en Chimbote el sistema de recojo de basura, limpieza de calles, techos y fachadas le dan un aspecto sucio, contaminado, y la ciudad esta entrando en una espiral de desorden, con un comercio ambulatorio que gana a la norma municipal, comercio formal no vigilado por la comuna, déficit de ordenamiento vehicular, sistema de recojo de basura informal, insuficiente seguridad ciudadana, etc.
Una de las acciones que contribuiría grandemente al ornato, disminuir la contaminación aérea, ser un impulso para el desarrollo de la ciudad es la promulgación de una norma municipal con carácter de ley local que regule el espacio aéreo y obligue a las empresa eléctrica y telefónica locales adecuarse a ella en el corto plazo.
Esto en referencia al caos existente en el espacio aéreo ocasionado por los cables eléctricos, telefónicos, TV-cable, y de Internet; Además de los postes de alumbrado o de telefónica innecesarios.
La presencia de este sistema caótico de cables y postes se ha instalado paulatinamente en nuestra ciudad, sin detener su avance, ante la vista y paciencia de todas las autoridades locales que han precedido a esta nueva gestión edilicia.
Chimbote es una ciudad que va buscando su espacio en la modernidad; ya no es posible entender a una ciudad moderna con cables aéreos; se impone la planificación de una red eléctrica y telefónica subterránea o en el caso de telefónica por otras soluciones basadas en la tecnología actual de las comunicaciones, que brindan alternativas múltiples y variadas.
Son consecuencias negativas que se agregan a esta problemática de modernidad; La contaminación visual a que esta obligado a presenciar en sus aires todo chimbotano, le significa una causa probable de accidente o muerte frente a la caída inopinada de un cable o poste, probabilidad que sea acentuaría en caso de sismo telúrico como el desastre ocurrido hace 37 años en el departamento o recientemente en Ica, donde la permanencia de postes y cables aéreos fueron causas de muertes, corte de fluido de luz y parálisis de las comunicaciones, con consecuencias por todos conocidas.
La presencia de cables aéreos exacerban la delincuencia (robo de cables por el cobre existente en ellos; permanencia de oscuridad por el corte intempestivo del fluido eléctrico, posibilidad de incendios por cortocircuitos, interferencia con las comunicaciones, etc.
La presencia de Cables y postes mal ubicados es causa de accidentes de transito, con consecuencias no solo en la morbi-mortalidad, sino también funestas desde el punto de vista económico.
Impide el pintado, remozado de las fachadas, ubicación correcta de los avisos luminosos correspondientes a las viviendas y comercio formal.
La ausencia de Cables y el exceso de postes favorecen al turismo, el ordenamiento vehicular, la adecuada implementación del servicio de seguridad ciudadana, el ordenamiento del comercio, se favorece la limpieza de las calles y se puede convertir en un factor promocional de cultura.
Con esta acción no solo gana el ciudadano; sino también se beneficiada la empresa eléctrica, al disminuir los niveles de robo de energía, mejoría en el sistema de control al usuario, evita el robo de cables, evita un pago elevado municipal por colocación de postes y usar un espacio aéreo mas costoso; e indudablemente mejora su imagen ante la sociedad.
El alcalde y los regidores Chimbotanos que se preocupen por acoger esta propuesta de la sociedad civil, siempre será recordado como un promotor de modernidad y con ello ratificara su compromiso con el ornato de la ciudad.
Dr. Jorge Ramal N