La célula parlamentaria aprista se ha caracterizado por su solidez. Solidez que nunca se ha resquebrajado en la votación, por que los temas siempre se han discutido en su interior y se ha adoptado una posición por consenso o por relación democrática pero unitaria.
Es cierto, han habido discrepancias al interior de la célula y estas han sido mostradas abiertamente en comisiones o pleno del congreso siempre y cuando el interés del proyecto de ley básicamente no se enmarcara dentro de la política partidaria o de gobierno, dejando que cada uno adopte una posición al libre albedrío de su conciencia.
Al parecer el proyecto de ley presentado por el ejecutivo, que declaraba de interés nacional 20 proyectos mineros, intención liderada por el presidente de la republica, premier, ministros, la mayoría de parlamentarios apristas y muchos militantes halla recibido la negativa en silencio de dos parlamentarios apristas en la comisión de energía y minas que contribuyeron a archivar un proyecto de trascendencia nacional; En referencia a los congresistas Maria Helvecia Balta Salazar - Ancash - ¿aprista? y Julio Herrera Pumayauli - Lima - dirigente sindical que aceptó postular por el APRA.
Declarar de interés nacional a 20 proyectos mineros, requería un verdadero respaldo político, mas allá de otras consideraciones técnicas o de tiempo, que a las finales también son políticas; Teniendo en cuenta que las inversiones mineras son de la mayor importancia para la economía y viabilidad de un Perú con crecimiento sostenido; Por tanto, no pueden ser votadas con desinteligencia, a menos que deseen participar de la desestabilización del gobierno, exista una prebenda, halla un afán de revancha política, o peor aun, ignorancia de lo que necesita el país.
La gente, el pueblo que sigue y observa el desempeño de sus congresistas, nota estas incongruencias, deslealtades, y descubre el meollo de la disputa reenfocan sus preferencias.
Por ello los ejecutivos, congresistas, dirigentes y militantes apristas deben ser coherentes y responsables en toda decisión que adopte el partido, sin perder la perspectiva de justicia y pan con libertad; fieles al apotegma de Víctor Raúl Haya de la torre.
Es cierto, han habido discrepancias al interior de la célula y estas han sido mostradas abiertamente en comisiones o pleno del congreso siempre y cuando el interés del proyecto de ley básicamente no se enmarcara dentro de la política partidaria o de gobierno, dejando que cada uno adopte una posición al libre albedrío de su conciencia.
Al parecer el proyecto de ley presentado por el ejecutivo, que declaraba de interés nacional 20 proyectos mineros, intención liderada por el presidente de la republica, premier, ministros, la mayoría de parlamentarios apristas y muchos militantes halla recibido la negativa en silencio de dos parlamentarios apristas en la comisión de energía y minas que contribuyeron a archivar un proyecto de trascendencia nacional; En referencia a los congresistas Maria Helvecia Balta Salazar - Ancash - ¿aprista? y Julio Herrera Pumayauli - Lima - dirigente sindical que aceptó postular por el APRA.
Declarar de interés nacional a 20 proyectos mineros, requería un verdadero respaldo político, mas allá de otras consideraciones técnicas o de tiempo, que a las finales también son políticas; Teniendo en cuenta que las inversiones mineras son de la mayor importancia para la economía y viabilidad de un Perú con crecimiento sostenido; Por tanto, no pueden ser votadas con desinteligencia, a menos que deseen participar de la desestabilización del gobierno, exista una prebenda, halla un afán de revancha política, o peor aun, ignorancia de lo que necesita el país.
La gente, el pueblo que sigue y observa el desempeño de sus congresistas, nota estas incongruencias, deslealtades, y descubre el meollo de la disputa reenfocan sus preferencias.
Por ello los ejecutivos, congresistas, dirigentes y militantes apristas deben ser coherentes y responsables en toda decisión que adopte el partido, sin perder la perspectiva de justicia y pan con libertad; fieles al apotegma de Víctor Raúl Haya de la torre.
Dr. Jorge Ramal N.
