Antes de contestar esta pregunta puntual es necesario buscar la justificación o explicación real para la simplificación del ciclo de proyectos en el sistema nacional de inversión pública (SNIP).
En principio es evidente que el SNIP es la forma más efectiva que tiene el país para mejorar la calidad de los proyectos de inversión pública (PIP) y por ende mejorar la calidad del gasto; Además se constituye como un filtro necesario de orden técnico que ordena y planifica el desarrollo de la infraestructura nacional y promueve el desarrollo humano.
Por otro lado es sabido que el Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP) al ser implantado en otros países años atrás (Chile, Brasil, Colombia, etc.), se ha constituido como una herramienta valiosa que fomenta la denominada “Cultura de Proyectos” en la administración pública. Su éxito se debe a que funciona bajo 2 denominadores importantes: (1) La existencia de personal técnico en el sistema de inversión altamente calificado y operativo. (2) La existencia de verdaderos representantes en la administración pública con gran capacidad de gestión y proyección de desarrollo local, regional o nacional; ejemplo de ello es Chile, Brasil y Colombia.
De lo referido en el párrafo anterior se desprende, que el ser deficitario el recurso humano planificador y directriz en el Perú es la causa fundamental para que el SNIP sea simplificado en el Perú.
Aledaño a esta verdad surgen otras preguntas que formulo para descubrir las implicancias de la mutilación del SNIP:
(1) ¿Por qué el desfase entre la idea del PIP y la obra?
La demora promedio del “Ciclo de Proyectos” (Preinversión: Idea, perfil, prefactibilidad, factibilidad = 2.5 a 3 años. Inversión: expediente técnico completo, financiamiento y ejecución = a 1 año. Post-inversión: operación, mantenimiento y evaluación = monitorización de la obra con tiempo indefinido) hace que fácilmente se caiga en el desanimo, lentitud perse del proyecto, deterioro de las gestiones públicas y desesperanza social de la comunidad por óptica falsa de inacción.
La demora de la “fase obligatoria de pre-inversión” hasta lograr la viabilidad se explica también por el excesivo tecnicismo y burocratización del sistema que no guarda relación entre tiempo y tipo de obra proyectada.
Un proyecto se sabe desde el inicio que es un elefante blanco y de plano debe ser rechazado por la Dirección General de Programación Multianual del Sector Público (DPGM).
Las autoridades municipales, regionales y nacionales tienen en sus oficinas de proyectos de inversión (OPIs) una infinidad de PIP, muchos de ellos mal diseñados, incompletos, archivados en anteriores gestiones, etc., que significan mucho dinero pagado y tirado a la basura. En este contexto también es frecuente descubrir que la causa de falta de inversión en obras redituables que otorguen desarrollo sostenido a las localidades se elaboren nuevamente el mandato actual de forma veloz e inadecuada por el peligro de reversión anual del dinero de inversión; lo que generalmente suele suceder. Ejemplo de esto se observa en los municipios y regiones que ahora disfrutan del canon del Santa y Ancash respectivamente, en donde no se ve obra desde que iniciaron el mandato (10 meses).
(2) ¿Es el momento o no de simplificarlo?
Cuando este sistema (SNIP) opera en una coyuntura económica de poca recaudación y ahorro fiscal escaso puede tal vez servir de filtro restrictivo acorde con la capacidad de gasto, escasez de capitales o financiamiento para no ocasionar un déficit fiscal y expectativas de obra. Pero éste, no es el caso de la coyuntura económica peruana que desde hace algunos años presenta crecimiento alto, ahorro fiscal importante, suficiencia de capitales para inversión y potencialidad en la capacidad de gasto por la importante recaudación. En estas condiciones amerita recortar el SNIP para desarrollo de infraestructura local y regional a expensas del desarrollo de la “cultura de Proyectos”. Se dice que actualmente la mayoría de municipios y regiones cuentan con el dinero y no pueden gastarlo; esto se solucionaría operativizando el sistema de proyectos con las consideraciones ya expresadas.
(3) ¿El sistema y el personal que lo incluye se ha súper burocratizado (leerse, burócrata peyorativamente) y por ende ha vuelto lento la operatividad del sistema o no?
El SNIP debe tener un alto grado de interconexión, medida por la eficacia entre todos sus componentes (UF, UE, OPIS, y DPGM.) y en relación a la capacidad del personal que lo integra. Léase, debe contar no solamente con criterio estrictamente técnico sino también social y sobre todo conocer los lineamientos de planificación nacional, regional y social.
Dentro de estas características matrices debe ser expeditivo en todos sus estamentos. Lamentablemente esto no es así, por otro lado el instrumento legal sobre el cual se ha formulado el SNIP posee muchos elementos que retrasan la decisión al ser demasiado técnicos e incomprensibles.
En conclusión el SNIP debe ser rediseñado, operativisado, agilizado, desburocratizado y simplificado; Esto ha expensas que puedan producirse algunas fallas; En nuestro país la “cultura de proyectos” aun es precaria aunque esta en formación y esta tarea no debe abdicarse.
Contestando puntualmente, los riesgos que pueden producirse al alterarse el ciclo de proyectos por la reformulación o recorte del SNIP pueden ser:
En principio es evidente que el SNIP es la forma más efectiva que tiene el país para mejorar la calidad de los proyectos de inversión pública (PIP) y por ende mejorar la calidad del gasto; Además se constituye como un filtro necesario de orden técnico que ordena y planifica el desarrollo de la infraestructura nacional y promueve el desarrollo humano.
Por otro lado es sabido que el Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP) al ser implantado en otros países años atrás (Chile, Brasil, Colombia, etc.), se ha constituido como una herramienta valiosa que fomenta la denominada “Cultura de Proyectos” en la administración pública. Su éxito se debe a que funciona bajo 2 denominadores importantes: (1) La existencia de personal técnico en el sistema de inversión altamente calificado y operativo. (2) La existencia de verdaderos representantes en la administración pública con gran capacidad de gestión y proyección de desarrollo local, regional o nacional; ejemplo de ello es Chile, Brasil y Colombia.
De lo referido en el párrafo anterior se desprende, que el ser deficitario el recurso humano planificador y directriz en el Perú es la causa fundamental para que el SNIP sea simplificado en el Perú.
Aledaño a esta verdad surgen otras preguntas que formulo para descubrir las implicancias de la mutilación del SNIP:
(1) ¿Por qué el desfase entre la idea del PIP y la obra?
La demora promedio del “Ciclo de Proyectos” (Preinversión: Idea, perfil, prefactibilidad, factibilidad = 2.5 a 3 años. Inversión: expediente técnico completo, financiamiento y ejecución = a 1 año. Post-inversión: operación, mantenimiento y evaluación = monitorización de la obra con tiempo indefinido) hace que fácilmente se caiga en el desanimo, lentitud perse del proyecto, deterioro de las gestiones públicas y desesperanza social de la comunidad por óptica falsa de inacción.
La demora de la “fase obligatoria de pre-inversión” hasta lograr la viabilidad se explica también por el excesivo tecnicismo y burocratización del sistema que no guarda relación entre tiempo y tipo de obra proyectada.
Un proyecto se sabe desde el inicio que es un elefante blanco y de plano debe ser rechazado por la Dirección General de Programación Multianual del Sector Público (DPGM).
Las autoridades municipales, regionales y nacionales tienen en sus oficinas de proyectos de inversión (OPIs) una infinidad de PIP, muchos de ellos mal diseñados, incompletos, archivados en anteriores gestiones, etc., que significan mucho dinero pagado y tirado a la basura. En este contexto también es frecuente descubrir que la causa de falta de inversión en obras redituables que otorguen desarrollo sostenido a las localidades se elaboren nuevamente el mandato actual de forma veloz e inadecuada por el peligro de reversión anual del dinero de inversión; lo que generalmente suele suceder. Ejemplo de esto se observa en los municipios y regiones que ahora disfrutan del canon del Santa y Ancash respectivamente, en donde no se ve obra desde que iniciaron el mandato (10 meses).
(2) ¿Es el momento o no de simplificarlo?
Cuando este sistema (SNIP) opera en una coyuntura económica de poca recaudación y ahorro fiscal escaso puede tal vez servir de filtro restrictivo acorde con la capacidad de gasto, escasez de capitales o financiamiento para no ocasionar un déficit fiscal y expectativas de obra. Pero éste, no es el caso de la coyuntura económica peruana que desde hace algunos años presenta crecimiento alto, ahorro fiscal importante, suficiencia de capitales para inversión y potencialidad en la capacidad de gasto por la importante recaudación. En estas condiciones amerita recortar el SNIP para desarrollo de infraestructura local y regional a expensas del desarrollo de la “cultura de Proyectos”. Se dice que actualmente la mayoría de municipios y regiones cuentan con el dinero y no pueden gastarlo; esto se solucionaría operativizando el sistema de proyectos con las consideraciones ya expresadas.
(3) ¿El sistema y el personal que lo incluye se ha súper burocratizado (leerse, burócrata peyorativamente) y por ende ha vuelto lento la operatividad del sistema o no?
El SNIP debe tener un alto grado de interconexión, medida por la eficacia entre todos sus componentes (UF, UE, OPIS, y DPGM.) y en relación a la capacidad del personal que lo integra. Léase, debe contar no solamente con criterio estrictamente técnico sino también social y sobre todo conocer los lineamientos de planificación nacional, regional y social.
Dentro de estas características matrices debe ser expeditivo en todos sus estamentos. Lamentablemente esto no es así, por otro lado el instrumento legal sobre el cual se ha formulado el SNIP posee muchos elementos que retrasan la decisión al ser demasiado técnicos e incomprensibles.
En conclusión el SNIP debe ser rediseñado, operativisado, agilizado, desburocratizado y simplificado; Esto ha expensas que puedan producirse algunas fallas; En nuestro país la “cultura de proyectos” aun es precaria aunque esta en formación y esta tarea no debe abdicarse.
Contestando puntualmente, los riesgos que pueden producirse al alterarse el ciclo de proyectos por la reformulación o recorte del SNIP pueden ser:
(1) Riesgo de sobre dimensionamiento por defecto en el cálculo del PIP durante la preinversión o intencionalidad de sobre valoración durante la ejecución de la obra.
(2) Viabilizaría el riesgo de constantes ampliaciones de presupuesto.
(3) Ocurriría mayor riesgo de saltar el SNIP proyectos de gran envergadura y o tener estudios de preinversión incompletos.
(4) Riego de la elaboración de PIP no sostenibles, con duplicidad de inversión, que no creen el impacto objetivizado inicialmente, y de baja rentabilidad.
(5) Los PIP se podría prestar a desviaciones con objetivos políticos.
(6) Aumenta el riesgo de inversión.
(7) Riesgo en el uso ineficiente del recurso publico.
En fin las fallas pueden ser múltiples, pero esto no impide para que se diseñen mecanismos de control por resultados y monitorización más eficientes dentro del SNIP, en coordinación con el congreso, la contraloría e incluso con el sistema de defensoría del pueblo y del consumidor.
Dr. Jorge Ramal N.