Evidentemente el sistema de “Control de Procedimientos” en la administración pública para ejecutar el presupuesto asignado tiene grandes defectos que repercuten en la calidad del gasto haciéndolo ineficiente; En buen romance el gasto presupuestado suele resultar insuficiente al no lograrse el objetivo trazado, pudiéndose observar que se efectiviza un dispendio del presupuesto.
Esto afecta a la institución pública, promueve un mayor número de sistemas de control, que a su ves se convierten en sancionadores cuando generalmente no se alcanzan los objetivos propuestos, de tal forma que el control se convierte en un fin en si mismo y no un medio para reorientar en pro de la obtención de buenos resultados.
El sistema de control de procedimientos no permite evaluar el rendimiento, es abolicionista de la innovación, frena todo tipo de competencia y sobre todo su accionar es inversamente proporcional a la calidad.
En este contexto el sistema de “Gestión por Resultados” tiende a beneficiar al usuario, promueve por si solo la transparencia, limita la proliferación de sistemas de control, esta orientado a la solución de problemas, racionaliza el gasto público en razón proporcional a la eficiencia y por ende logra un objetivo con eficacia y eficiencia a un menor costo.
Este sistema de “Gestión por Resultados” en si mismo es un sistema de control y que puede ser evaluado en cualquier momento al tomar como instrumentos los indicadores, los cuales a su vez pueden ser de gestión y de resultados; es decir, permite cuantificar y calificar los procesos y fines obtenidos.
Este sistema agiliza los procesos de gasto, los automatiza, permite elaborar un presupuesto más real, sirve de patrón de información y aprendizaje interinstitucional, a los gestores se le facilita la decisión y la evaluación que les permite hacer las modificaciones en pro de la consecución de sus metas y cumplir las expectativas de los usuarios, promueve la transparencia de la gestión que puede ser leída en cualquier instante en base a los indicadores.
Generalmente la cosa pública tiene naturaleza social y su función es proveer básicamente servicios que tengan amplia cobertura o causen gran impacto en la población; Es por ello que para lograr sus objetivos, la gestión administrativa debe acercarse al modelo de eficiencia que en si misma tiene la empresa privada que se desempeña eficientemente con las leyes de mercado al tratar de imprimir en ésta una política de “gestión por resultados” que la acerque mas a la administración privada.
En conclusión el sistema de gestión por resultados reemplazaría en la mayoría de los procedimientos administrativos al control de ellos, por que efectuaría el control en si misma. Pero es necesaria su implementación con un adecuado planeamiento técnico, de difusión y capacitación de los gestores para que tenga un verdadero éxito.
Esto afecta a la institución pública, promueve un mayor número de sistemas de control, que a su ves se convierten en sancionadores cuando generalmente no se alcanzan los objetivos propuestos, de tal forma que el control se convierte en un fin en si mismo y no un medio para reorientar en pro de la obtención de buenos resultados.
El sistema de control de procedimientos no permite evaluar el rendimiento, es abolicionista de la innovación, frena todo tipo de competencia y sobre todo su accionar es inversamente proporcional a la calidad.
En este contexto el sistema de “Gestión por Resultados” tiende a beneficiar al usuario, promueve por si solo la transparencia, limita la proliferación de sistemas de control, esta orientado a la solución de problemas, racionaliza el gasto público en razón proporcional a la eficiencia y por ende logra un objetivo con eficacia y eficiencia a un menor costo.
Este sistema de “Gestión por Resultados” en si mismo es un sistema de control y que puede ser evaluado en cualquier momento al tomar como instrumentos los indicadores, los cuales a su vez pueden ser de gestión y de resultados; es decir, permite cuantificar y calificar los procesos y fines obtenidos.
Este sistema agiliza los procesos de gasto, los automatiza, permite elaborar un presupuesto más real, sirve de patrón de información y aprendizaje interinstitucional, a los gestores se le facilita la decisión y la evaluación que les permite hacer las modificaciones en pro de la consecución de sus metas y cumplir las expectativas de los usuarios, promueve la transparencia de la gestión que puede ser leída en cualquier instante en base a los indicadores.
Generalmente la cosa pública tiene naturaleza social y su función es proveer básicamente servicios que tengan amplia cobertura o causen gran impacto en la población; Es por ello que para lograr sus objetivos, la gestión administrativa debe acercarse al modelo de eficiencia que en si misma tiene la empresa privada que se desempeña eficientemente con las leyes de mercado al tratar de imprimir en ésta una política de “gestión por resultados” que la acerque mas a la administración privada.
En conclusión el sistema de gestión por resultados reemplazaría en la mayoría de los procedimientos administrativos al control de ellos, por que efectuaría el control en si misma. Pero es necesaria su implementación con un adecuado planeamiento técnico, de difusión y capacitación de los gestores para que tenga un verdadero éxito.
Dr. Jorge Ramal N.