Esta semana me entere del Programa “One Laptop Per Child” (OLPC) o una computadora portátil por niño, programa patrocinado por una fundación norteamericana sin fines de lucro, que pretende que los niños mas pobres del planeta aprendan a aprender mediante el empleo de la tecnología y tengan acceso a la información del primer mundo que les permita tener mas posibilidades de salir de la pobreza. En ese sentido el gobierno peruano ha firmado un convenio con la OLPC, inicialmente por la compra de 250,000 computadoras portátiles, cuyo precio inicial estaba fijado en 100 dólares americanos por cada una.
No voy a hablar de bits, pero es necesario indicar que estas computadoras portátiles son de características técnicas inferiores a cualquier computadora “pentium”, no tiene disco duro, requieren de un equipo de almacenamiento y procesamiento central denominado “servidor” y una conexión a Internet, es decir, realizan las funciones de los terminales “tontos” de los años 70 con características visuales adicionales a las de ese momento.
Actualmente, en el comercio de “software & hardware” (programas y equipos de computo), existe una posición dominante de mercado de la plataforma compuesta por Windows y procesadores Intel (Wintel), que se ha convertido en el estándar mundial de facto y por tanto, cualquier otro fabricante, ingresa literalmente muerto a este mercado de billones de dólares o en el mejor de los casos, se le hace prácticamente imposible posicionarse en el mercado. En ese contexto, la nueva plataforma que pretende adquirir el gobierno peruano, esta conformada por el sistema operativo Linux, procesadores AMD y almacenamiento en google, que hoy no tiene costo pero cuando el mercado sea de ellos, obviamente cambiaran su orientación.
La estrategia de OLPC, liderada por Nicholas Negroponte (hermano del actual jefe de la CIA, Jhon Negroponte), es realizar convenios directamente con gobiernos para la provisión de estas “computadoritas” por un mínimo de un millón de unidades y cuyo costo total de propiedad que incluye a la Laptop, servidor, Internet, muebles, perifericos y capacitación, asciende aproximadamente a 500 dólares por cada una, contrariamente a lo que dicen, y eso les permitirá cambiar el perfil de consumo de los futuros usuarios de tecnologías de los próximos 50 años y acabar con la plataforma Wintel, y claro a costa de los niños mas pobres del planeta.
Pero el tema central va más allá del negocio de Negroponte y sus amigos, ¿quien desarrolla los contenidos?, ¿que van a aprender los niños pobres?, claro, una computadora por si sola sirve muy poco, por lo tanto, debe contar con “software” educativo para que el “slogan” de la OLPC: “aprender a aprender” se haga realidad. Sobre ese tema, nuestro Ministerio de Educación fracaso con su Proyecto Huascarán, que solo sirvió para comprar computadoras e instalaciones costosas de equipos de telecomunicaciones compitiendo con Telefónica en la provisión del servicio de Internet.
Entonces, solo queda esperar que la propia OLPC nos brinde los contenidos “made in USA” y ahí radica lo peligroso de este programa, importar una cosmovisión e intereses ajenos a los nuestros, quebrantando mas la IDENTIDAD NACIONAL, amantarlos ideológicamente y preparar a los niños peruanos sutilmente como ya lo hicieron en el pasado producto de la invasión española, para convertirnos en una sociedad mas servil y dependiente todavía; no repitamos la historia.
Por otro lado, me pregunto, ¿una computadora portátil o fija, con Internet o no, hace aprender a aprender a un niño o lo mecaniza, le desarrolla las inteligencias múltiples muy importantes para el desarrollo humano o le da solo prioridad al desarrollo de la lógica, le incorpora valores, lo hace mas humano? Imaginemos por un momento a un niño de pueblo de Santo Tomas de una provincia alta del Cusco, conociendo información como: el Pisco es Chileno, mapas peruanos recortados sin Tumbes ni Maynas y que la raza indígena peruana es inferior a la blanca; todo a través de Internet y de su “Laptop”, como diría nuestro ministro Chang Escobedo: “7 días a la semana y 24 horas al día”.
Estamos ante la propuesta mas peligrosa y milagrosa del siglo 21, la primera, que los niños peruanos mas pobres pierdan totalmente su identidad nacional y la segunda, que el lema “aprender a aprender” solo sea marketing ya que nadie sabe explicar como se dará en la realidad. El costo para comenzar, es de 125 millones de dólares o el equivalente en moneda nacional de 375 millones de soles, muy por encima de los 25 millones de dólares que el gobierno dice que gastara. Si realmente este gobierno quisiera mejorar la educación y adicionalmente promover el desarrollo de la educación superior, podría fácilmente realizar un convenio con una universidad peruana estatal y plantearles el reto pero cambiando el enfoque que una computadora NO puede hacer realidad el lema: “aprender a aprender” y que la tecnología simplemente es una herramienta complementaria a las actividades educativas.
No voy a hablar de bits, pero es necesario indicar que estas computadoras portátiles son de características técnicas inferiores a cualquier computadora “pentium”, no tiene disco duro, requieren de un equipo de almacenamiento y procesamiento central denominado “servidor” y una conexión a Internet, es decir, realizan las funciones de los terminales “tontos” de los años 70 con características visuales adicionales a las de ese momento.
Actualmente, en el comercio de “software & hardware” (programas y equipos de computo), existe una posición dominante de mercado de la plataforma compuesta por Windows y procesadores Intel (Wintel), que se ha convertido en el estándar mundial de facto y por tanto, cualquier otro fabricante, ingresa literalmente muerto a este mercado de billones de dólares o en el mejor de los casos, se le hace prácticamente imposible posicionarse en el mercado. En ese contexto, la nueva plataforma que pretende adquirir el gobierno peruano, esta conformada por el sistema operativo Linux, procesadores AMD y almacenamiento en google, que hoy no tiene costo pero cuando el mercado sea de ellos, obviamente cambiaran su orientación.
La estrategia de OLPC, liderada por Nicholas Negroponte (hermano del actual jefe de la CIA, Jhon Negroponte), es realizar convenios directamente con gobiernos para la provisión de estas “computadoritas” por un mínimo de un millón de unidades y cuyo costo total de propiedad que incluye a la Laptop, servidor, Internet, muebles, perifericos y capacitación, asciende aproximadamente a 500 dólares por cada una, contrariamente a lo que dicen, y eso les permitirá cambiar el perfil de consumo de los futuros usuarios de tecnologías de los próximos 50 años y acabar con la plataforma Wintel, y claro a costa de los niños mas pobres del planeta.
Pero el tema central va más allá del negocio de Negroponte y sus amigos, ¿quien desarrolla los contenidos?, ¿que van a aprender los niños pobres?, claro, una computadora por si sola sirve muy poco, por lo tanto, debe contar con “software” educativo para que el “slogan” de la OLPC: “aprender a aprender” se haga realidad. Sobre ese tema, nuestro Ministerio de Educación fracaso con su Proyecto Huascarán, que solo sirvió para comprar computadoras e instalaciones costosas de equipos de telecomunicaciones compitiendo con Telefónica en la provisión del servicio de Internet.
Entonces, solo queda esperar que la propia OLPC nos brinde los contenidos “made in USA” y ahí radica lo peligroso de este programa, importar una cosmovisión e intereses ajenos a los nuestros, quebrantando mas la IDENTIDAD NACIONAL, amantarlos ideológicamente y preparar a los niños peruanos sutilmente como ya lo hicieron en el pasado producto de la invasión española, para convertirnos en una sociedad mas servil y dependiente todavía; no repitamos la historia.
Por otro lado, me pregunto, ¿una computadora portátil o fija, con Internet o no, hace aprender a aprender a un niño o lo mecaniza, le desarrolla las inteligencias múltiples muy importantes para el desarrollo humano o le da solo prioridad al desarrollo de la lógica, le incorpora valores, lo hace mas humano? Imaginemos por un momento a un niño de pueblo de Santo Tomas de una provincia alta del Cusco, conociendo información como: el Pisco es Chileno, mapas peruanos recortados sin Tumbes ni Maynas y que la raza indígena peruana es inferior a la blanca; todo a través de Internet y de su “Laptop”, como diría nuestro ministro Chang Escobedo: “7 días a la semana y 24 horas al día”.
Estamos ante la propuesta mas peligrosa y milagrosa del siglo 21, la primera, que los niños peruanos mas pobres pierdan totalmente su identidad nacional y la segunda, que el lema “aprender a aprender” solo sea marketing ya que nadie sabe explicar como se dará en la realidad. El costo para comenzar, es de 125 millones de dólares o el equivalente en moneda nacional de 375 millones de soles, muy por encima de los 25 millones de dólares que el gobierno dice que gastara. Si realmente este gobierno quisiera mejorar la educación y adicionalmente promover el desarrollo de la educación superior, podría fácilmente realizar un convenio con una universidad peruana estatal y plantearles el reto pero cambiando el enfoque que una computadora NO puede hacer realidad el lema: “aprender a aprender” y que la tecnología simplemente es una herramienta complementaria a las actividades educativas.
Jessica Torpoco