martes, 19 de agosto de 2008

Panorama Futuro

Muchas cosas están ocurriendo de forma acelerada en el país desde el inicio de año, de manera que continuaran profundizándose hasta unificarse.
La realidad pintará un inicio del próximo año (2009) difícil de ser afrontada por la población y el gobierno. El uno reclamará y sobrellevará sus pesares, y el otro tratará de imprimir gobernabilidad y apagará los incendios de orden económico social y político que se presentarán con toda seguridad. Para hacer este pronóstico a manera de opinión no se necesita ser iluminado, las señales son claras.
Es necesario que la población esté advertida; a ajustarse los pantalones se ha dicho, a ahorrar los que pueden hacerlo y a no dejarse convencer por los agitadores de turno, esa debe ser la consigna.
A los agitadores, caviares, radicales, pseudo nacionalistas, reyezuelos regionales, Chavistas, bolivianistas, falsos ambientalistas, ONGeistas, y separatistas no les interesa el pueblo, les interesa sus ansias locas de poder, se alimentan y engordan con el caos, con la desesperanza del pueblo, se aprovechan de su ignorancia política y ostracismo económico; son los vampiros de las sociedades actuales, o mejor dicho son los artistas que usan los errores o debilidades de la clase política gobernante y del pueblo para transformarlas en ganancia y fortaleza de su causa insensata, que reclama dictadura, antisistema, y donde una cúpula restringida pretenda instalar la corrupción desde el poder y para el poder.
ARGUMENTOS:
Es evidente que los índices de crecimiento son altos, que probablemente cerraran a fin de año con 10% en una suerte de chinización de nuestra economía. Por otro lado la tasa de empleo (PEA) aunque crece, no esta en relación proporcional con este crecimiento sostenido, por ende no estará en capacidad de soportar el proceso inflacionario por más medidas positivas que se adopten en este gobierno.
Sabido es que estas medidas contemplarán el aumento del interés, la reducción de créditos en el sistema bancario, el aumento del encaje y el ahorro en divisas por parte del BCR, la supresión paulatina del subsidio petrolero, la estabilización del gasto público nacional y regional al aumentar las dificultades para este en el MEF, y/o efectivizarlo o controlarlo a través del SNIP y sus sistemas administrativos con el fin de otorgarle calidad al gasto en infraestructura, ya que es muy poco lo que se planifica en inversión productiva; la austera política fiscal en relación a los salarios estatales será una norma, e incluso lograr cierta austeridad con promoción de la eficiencia en los programas sociales, salud (SIS) y educación, contemplar la reducción de los impuestos a la renta en el sector publico y/o flexibilizar temporalmente el sistema impositivo en la base.
En otro extremo en el sistema productivo no tenemos los instrumentos que desarrollen la potencialidad de ésta al no estar activos aún. Estos instrumentos aún estarán en franca discusión política. (Decretos ejecutivos que aún no son viabilizados por el congreso en el orden de la productividad del agro en la sierra y selva, la mejoría de los sistemas de la administración pública, promoción de la inversión, tratamiento laboral, etc.) Sumado a esto la crisis energética coyuntural que atravesamos repercutirá negativamente en la producción.
En síntesis si unimos estas variables: Crecimiento alto con “empleo bajo”, inflación importada, combate a la inflación, y “bajo potencial de productividad” tenemos que nuestra economía hacia fin de año habrá experimentado un recalentamiento. Es decir que la población vera que las cifras macroeconómicas se mantendrán o ligeramente disminuirán, los precios permanecerán ligeramente altos, la demanda será siempre mayor que la oferta por la naturaleza disminuida de nuestro sistema productivo interno.
Muchos le echaran la culpa a este gobierno, lo cual no es cierto ni mucho menos. Las medidas drásticas deben tomarse ahora que todavía hay tiempo; los peruanos tenemos la obligación de comprender la herencia de nuestro estado, aún con más vicios que virtudes y no desesperarnos.
Estoy seguro que esta crisis pasará sin dejar de advertir las dificultades socio-políticas que se producirán; sin embargo pienso que este gobierno no se amilana frente a esta coyuntura y sabrá saltar los obstáculos a pesar de los escollos que los inciertos conocidos trataran de poner en su camino.
Dr. Jorge Ramal Niquén