viernes, 1 de junio de 2007

El Pueblo empobrecido con la firma del TLC

El actual gobierno peruano, bajo su discurso democrático y de respeto al estado de derecho, trata de ocultar una política autoritaria y represiva contra toda aquella persona u organización que se oponga a los intereses y la voluntad del Presidente. “Las opiniones discrepantes y diferentes no están permitidas en este gobierno, y quién se aventure a contradecir alguna política o medida de estado, será sancionado”, así parece decir la nueva consigna del gobierno Aprista.

La denuncia penal a las Congresistas Nacionalistas por haber protestado en el Hemiciclo del Congreso durante la aprobación de la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos (EE.UU) la madrugada del miércoles 28 de junio del año 2006, es una muestra fehaciente que este gobierno no permitirá que hagan sombra a sus planes, por eso, aprovecha su poder del gobierno sobre los organismos del estado para limitar el derecho que tenemos todos los ciudadanos, que es el de la libertad de expresión sin ningún tipo de impedimento.

Consideramos que la acción de las Parlamentarias, al manifestar su posición política contra el TLC, no es más que el ejercicio de su derecho, y por que no decirlo, también es su deber. Ya que desde la campaña electoral hasta el último momento de sus presentaciones públicas, las Legisladoras denunciadas, siempre embanderaron la lucha contra un TLC arbitrario, servil, depredador y perjudicial para los campesinos e indígenas del país. Entonces, que las Congresistas protestaran contra el TLC en el Hemiciclo del Congreso, no es más que una acción coherente de cumplimiento de sus promesas electorales, y a razón de esto serán sancionadas por el poder judicial.

Es indignante el atropello que están sufriendo las 9 Congresistas Nacionalistas; más aun con el posible levantamiento de su inmunidad parlamentaria, acción requerida por la Corte Suprema de Justicia, el miércoles 9 de mayo del 2007. No cabe duda que esto no es más que una estrategia para amedrentar a los pocos lideres políticos que aun defiende los derechos de las comunidades indígenas y de los pueblos del Perú.

Hay quienes se atreven a llamar “Traidores a la patria” a todo aquel que se opone al TLC en el Perú. Nosotros nos preguntamos: ¿Que más traición a la patria existe en contraponer los interese de las empresas transnacionales al de la mayoría de los peruanos, incrementando así las condiciones de desigualdad? ¿Qué más traición a la patria hay que el imponer una decisión pasando por todos los peruanos, sin información detallada de los pro y con tras del TLC, e ignorando el derecho a ser consultado a través de un referéndum?

Traición a la patria es la que vivimos todos los peruanos, cuando entre gallos y media noche, mientras el pueblo dormía, el Congreso de la República aprobó por votación de mayoría la firma de un TLC injusto para nuestro pueblo. Creemos que lo que se debería investigar es la manera sospechosa y abrupta como se aprobó el TLC, ignorando las voces de los peruanos que exigíamos el derecho al referéndum y a un proceso participativo.

Las voces de las Congresistas Nacionalistas en el parlamente, la madrugada del 28 de junio del 2006, encarnaban el sentir de los pueblo indígenas, de las organizaciones sociales, de los sindicatos, los campesino y las organizaciones de mujeres, quienes conocemos las consecuencias negativas que nos va a generar el TLC, en las condiciones que se firmo.
De haber sido posible, nosotros también hubiésemos estado allí, gritando indignados por la firma de un TLC.

Estamos cansados que todos los gobiernos que asume el poder, tienen el propósito de saquear nuestro territorio, despojarnos de lo poco que aun nos queda, y tratan de eliminar a los pueblos indígenas de manera sistemática a través de un estado opresor. El TLC, en las condiciones y las cláusulas que ha sido firmado no hace más que vulnerar y poner en peligro los derechos ancestrales e históricos de los pueblos indígenas.

Nosotros, los pueblos indígenas tenemos derecho al territorio, los recursos naturales, la biodiversidad y el agua, y estos derechos son de carácter inalienable, imprescriptible, inembargable e irrenunciable, son la esencia de nuestra existencia y nuestra vida.

Instamos a nuestros hermanos y hermanas de los pueblos indígenas y las organizaciones a levantarnos en una sola voz para defender nuestros derechos frente a la traición de este gobierno, que no ha hecho más que vender al mejor postor nuestras riquezas naturales, el territorio y el agua. No permitamos que esto continué, solidaricémonos con quienes llevan nuestra voz en el Congreso de la República y repudiemos a esos políticos complacientes y traidores a la Patria.

Digamos NO al TLC.
No a la injusticia.
No a las transnacionales.
Huk humilla - Un solo pensamiento
Huk sonqolla - Un solo sentimiento
Huk makilla - Una sola fuerza


Rodrigo Carpio Challque
Sec. Economía y Planificación
CONACAMI - Perú

Enfrentando el cambio climático

Recientemente la prestigiosa agencia informativa BBC de Londres ha publicado que, producto del calentamiento del planeta, Bolivia y Perú han sufrido la pérdida de casi la tercera parte del hielo que cubren sus nevados, siendo los dos países poseedores del 90% de los glaciares tropicales del mundo.

La contaminación ambiental provocada esencialmente por los gases del proceso de industrialización de los países desarrollados en los últimos 150 años, ha traído como consecuencia la alteración del clima en el mundo, produciéndose el denominado “efecto invernadero”, que ha hecho que suba la temperatura global promedio, siendo nuestra época la más caliente desde 1860, vaticinándose que en el presente siglo se incremente el calor hasta en dos grados.

Este aumento de la temperatura provocada por la mano irracional del hombre y la mujer, está causando daños casi irreversibles en diferentes puntos de la tierra. Inundaciones, tormentas, deshielos, sequías, lluvias torrenciales, desertificación y otros fenómenos naturales se están presentando en lugares donde antes eran apacibles estancias del hombre, los animales y las plantas, provocando muerte, destrucción y alteración de la naturaleza y el sistema ecológico.

El Perú no es ajeno a éste grave problema mundial. En la costa norte, se producen periódicamente sequías prolongadas; en el sur, heladas y granizadas; en la sierra, se derrite inexorablemente el hielo en la puna; en la selva, los ríos tienen cada vez menos agua y avanza la desertificación agravada por la tala de madera.

Este cambio del sistema climático está afectando mayoritariamente a la población más pobre del país, que vive de la agricultura, ganadería, acuicultura, artesanía y otras actividades primarias, donde la pobreza alcanza el 75%, y cuya miseria les hace imposible enfrentar las nuevas condiciones climáticas. Su vulnerabilidad aumenta con la pérdida de sus tierras y animales, la falta de trabajo, el desinterés del Estado y el empeoramiento de su calidad de vida, siendo una de sus salidas la migración hacia las ciudades.

La alteración de la composición de la atmósfera mundial involucra a todos los países del mundo, porque este tema contempla pobreza, desarrollo económico, crecimiento poblacional y migraciones. Es por ello, que en la década pasada gran parte de las naciones, ricas y pobres, incluido Perú, firmaron la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y, luego, en 1977, a través del Protocolo de Kyoto, acordaron implementar medidas para detener el avance de la contaminación ambiental, las mismas que han entrado en rigor el 16 de febrero del año pasado.

En ese sentido, el Pleno del Congreso de la República – a propuesta de nuestro despacho congresal – aprobó el 25 de abril del presente año una moción que crea la Comisión Especial Multipartidaria “Cambio Climático y Biodiversidad” y, el 17, designó a sus miembros: Alejandro Rebaza Martell (PAP), Gabriela Pérez del Solar (UN), Oswaldo Luizar Obregón (UPP), Mario Peña Angulo (AP) y Ricardo Pando Córdova (AF), quienes me han elegido presidente.

Con una visión integral sobre el efecto invernadero en el Perú, nuestro principal objetivo será evaluar la situación medio ambiental nacional y proponer lineamientos y políticas de prevención y protección, en consenso con las entidades públicas, la empresa privada y las organizaciones representativas de la sociedad civil. La tarea es de todos.

Tenemos la obligación de evitar una crisis ambiental en el país, mitigando y previniendo los efectos del cambio climático, a través del diseño de una estrategia nacional integral, en concordancia con la actividad empresarial, la inversión privada, la economía nacional, el desarrollo social sostenido y la calidad de vida de los 28 millones de peruanos.

No podemos estar pasibles ante los daños irreversibles a nuestro sistema humano (actividades sociales, económicas, políticas y culturales) y sistema natural (glaciares, ríos, lagos, manglares, bosques, zonas costeras, sistema marino, etc.). Es nuestra obligación buscar el equilibrio entre la actividad humana y la naturaleza que nos rodea y coadyuvar a la iniciativa internacional de una acción inmediata contra el cambio climático.
Isaac Mekler Neiman
Congresista de la República

No, Señor Embajador

En un diario de Lima, aparecieron el 29 de mayo 07, las declaraciones del Excmo. señor Embajador de Bolivia don Franz Solano, planteando que el Perú acceda a una salida soberana para Bolivia a través de Arica. A este globo de ensayo mi respuesta como simple ciudadano peruano es: NO, SEÑOR EMBAJADOR.
Porque me parece desconsiderado proponer que el Perú haga por Bolivia más sacrificios de los que ya hizo en el pasado, cuando por honrar compromisos contraídos con ese país, se involucró en la disputa con Chile de 1879, con los desastrosos resultados que nos relata la verdadera historia del conflicto. El Perú, de un lado, no tiene deuda territorial alguna con Bolivia y de otro lado, el enclaustramiento de Bolivia se debe única y exclusivamente a la invasión chilena, por lo que el problema es de naturaleza bilateral entre Bolivia y Chile. Si hay un gran culpable y un gran obligado a resarcir los daños ocasionados por esa guerra de rapiña, es Chile y nadie más.

Lamentablemente los peruanos no estamos en condiciones de ayudar a Bolivia en estas circunstancias. Y digo lamentablemente, porque nos une a Bolivia lazos indestructibles de afinidad como antiguos socios y lazos de consanguinidad que se pierden en la historia de los tiempos. Étnicamente formamos ambos la gran familia andina y es nuestra esperanza que algún día tengamos regímenes políticos compatibles que permitan la unión económica seguida de la unión política, para re-editar así la gran Confederación Peruano Boliviana del Mariscal Andrés de Santa Cruz. Cuando tal momento llegue, todo el mar peruano será también boliviano, sólo entonces.

Pero actualmente el Perú no puede ni debe permitir “internacionalizar” Arica ni conceder corredor alguno a lo largo de la “línea de la Concordia” porque no puede negociar los derechos soberanos irrenunciables sobre Arica que le otorga el Tratado de 1929 con Chile, lo único que se pudo recuperar de la infausta invasión chilena, después de perder Iquique y Tarapacá. Como el embajador lo reconoce, el Perú tiene el derecho de un puerto en Arica – el puerto natural de Tacna- y del acceso ferroviario Tacna-Arica, con las demás facilidades propias de un puerto libre. Y todo ello en condiciones completamente operativas y sin soluciones de continuidad.

El hecho que hasta ahora Chile no haya cumplido con su parte y no haya entregado al Perú las facilidades antes descritas no implica que las mismas hayan dejado de ser exigibles, al contrario, estas obligaciones tendrían que resolverse en primer término antes de considerar, por simple cortesía diplomática, propuestas como la del Embajador de Bolivia.

A mayor abundamiento, el Perú tampoco puede ni debe ampliar el alcance actual de las conversaciones sobre temas territoriales con Chile, hasta que éste país se comprometa a respetar y cumplir íntegramente el Tratado de 1929, y así mismo, a resolver la pendiente delimitación marítima, de acuerdo a la razón, la lógica y el derecho internacional.

Deseamos que la gestión diplomática del señor Franz Solano sea exitosa en el Perú y que los lazos de amistad eterna entre nuestros pueblos queden sólidamente anclados en hechos reales, justos y duraderos.
Victor Mejía Franco
De la Comisión Patriótica para la Defensa del Mar de Grau
www.victormejia.org

domingo, 27 de mayo de 2007

Democracia nacional vs. Dictadura regional

La dictadura se puede expresar en muchas formas; pero el mas relevante y evidente de sus síntomas, es cuando se intenta someter a los medios de comunicación y comunicadores; es decir se atenta contra la libertad de prensa.

El atentado contra la libertad de prensa no es nuevo en el Perú y los peruanos la sabemos reconocer largamente; lo vimos con Juan Velasco Alvarado, Alberto Fujimori, y recientemente con Hugo Chávez, presidente de Venezuela; hecho que les significó o significará el desprestigio de sus gobiernos y caída de los mismos.

El gobierno aprista ha hecho y creo seguirá haciendo todos los esfuerzos para fortalecer la democracia en el ámbito nacional, sobre todo respetará como abanderada de la democracia, a la libertad de prensa.

La libertad de prensa a sido hasta hoy, el motor descubridor de las falencias ministeriales, como las ocurridas en el ministerio del interior, agricultura e incluso en el premierato; también ha sido el dedo acusador del desarrollo congresal, judicial y sobre todo el ente fiscalizador mas importante de los amagues de corrupción administrativa.

Lamentablemente esto no esta ocurriendo en la región ancashina donde se acaba de lesionar severamente la libertad de prensa al recomendar al dueño de una radio, que cancele un programa radial muy sintonizado, a un periodista, al realizar severos cuestionamientos al proceder de la autoridad regional, y por no estar de acuerdo con el dispendio de dinero en la celebración de su cumpleaños, que significan una cachetada a la pobreza del pueblo ancashino, con dineros de procedencia inexplicables.

Este periodista ha denunciado este atropello; pero no ha tenido la resonancia debida en los medios informativos, lo cual es sumamente grave.

Este periodista puede no ser del agrado de sus colegas como persona, competetidor de la noticia, o por celo profesional natural, pero cuando, se dan señales dictatoriales contra la libre expresión, son hechos preocupantes que competen a toda la sociedad civil y no puede ocultarse el impacto de este hecho.

Cuando se atenta contra uno, mañana puede ser otro y pasado mañana tú o yo; por tanto, este atropello no puede tolerarse.

Otra forma de atentar contra la libertad de expresión es la compra de la línea editorial o el ser dueño de un medio de expresión de difusión masiva como la televisión.

Algunos conocedores del medio periodístico identifican ciertos horarios radiales y un canal de televisión chimbotano inmersos en este dilema; lo cual es más que evidente, pues durante las mañanas y tardes, el canal es eminentemente religioso y por las noches esencialmente alvarista, donde el único objetivo claro, es hacer política a favor personal, despotricar del opositor, sin cuidar el mas mínimo recato del sesgo editorial.

Estos visos de dictadura, aunada a otras acciones que no son el motivo del artículo, pero que ya empiezan a ser manejados tibiamente por la opinión pública chimbotana, son una clarinada de alerta para todos; por lo que debemos estar preparados para poner los puntos sobre las ies con mucha valentía.

Dr. Jorge Ramal N.