domingo, 22 de julio de 2007

Dos Ejemplos Contradictorios

Dos presidentes regionales, uno del norte y uno del sur, ambos líderes conspicuos de sus respectivas regiones, ambos quieren al terruño que les ha dado cabida la mayor parte de sus vidas, los dos con gran astucia y tino político; ambos protagonistas y defensores de los intereses de sus regiones, ambos quieren que se terminen las huelgas y paros por que saben que el desarrollo de sus regiones debe darse en el clima de paz y de diálogo.

Sin embargo son protagonistas de dos ejemplos muy contrapuestos. Por un lado el presidente de la Región Arequipa ha sido el viabilizador del diálogo entre el gobierno y todas las autoridades de representación legítima de Arequipa frente a la intransigencia del llamado FACA (Frente Arequipeño). Acuerdos que resultaron del dialogo alturado y que beneficiaran a todo el país.
En este caso el presidente Juan Manuel Guillen asumiendo su liderazgo, tomó las riendas de una negociación política, y se puso en el lado del estado peruano (No se entienda del gobierno aprista) desautorizando y minimizando el interés politiquero del FACA. Esto merece ser emulado por los demás presidentes regionales y muestra el camino de la gobernabilidad a nivel nacional y la institucionalización de las regiones.

Por otro lado el presidente de la Región Lambayeque, Yehude Simon Munaro, ha salido en defensa del Sutep, en defensa de la ociosidad, en defensa de la coacción de aquellos que quieren enseñar y no pueden por que son amenazados por unos cuantos huelguistas politizados, y sobre todo en defensa de la desinstitucionalización del estado. Declarar que hará tabla raza del decreto de urgencia con carácter de ley nacional 022-2007, que señala, que las normas y disposiciones del gobierno regional no “pueden” invalidar las normas nacionales. Léase, “Yehude Simon dijo tener la intención de pagar con dineros del gobierno regional a los maestros que hacen huelga y faltan a clases a riesgo de su vacancia”.
Esta actitud perjudica la educación de los niños, va en contra de la sociedad, no tiene nada que ver con una posible intención de dialogo (Lógico es: sino trabajas no cobras), es sinónimo de abdicar su bien ganado liderazgo, y además va mas allá de la coyuntura de huelga al ser el inicio de mayor desgobierno, que no debe ni puede aislarse de la nación para pasar a convertir a la región en una pequeña isla de poder ilegal.

Este mal ejemplo es muy peligroso para la viabilidad del proceso de regionalización y descentralización; es un indicador que las regiones lejos de institucionalizarse muestran una tendencia a la autodestrucción.


Dr. Jorge Ramal N.