sábado, 31 de mayo de 2008

52 aniversario ultimátum de La Merced

Cuando la dictadura de Manuel Odría quiso cometer una injusticia contra Fernando Belaunde, el candidato presidencial de los jóvenes le salieron al frente en una jornada memorable, de todas las elecciones presidenciales peruanas del siglo XX, la de 1956 es especialmente histórica, pues en ella se despidió del poder Manuel Odría y su 'ochenio' vergonzoso de la cual surgió un período de "convivencia" , mediante el cual las fuerzas políticas del país buscaban la unidad y la pacificación nacional luego de una dictadura que había resultado particularmente rapaz y represiva. Y fue, por último, la elección en la que nacerían un político y un partido llamados a gobernar hasta en tres oportunidades en el Perú: Fernando Belaunde Terry y Valentín Paniagua con Acción Popular.

Este 1 de junio del 2008 se cumplen 52 años de ese nacimiento, un partido político que se dio en los emblemáticos sucesos de una noche que hoy se recuerda como la del "Ultimátum de la Merced", En realidad todo empezó meses antes, cuando el 9 de setiembre de 1955 el general Odría, presidente del país, dirigió un mensaje a la nación en el que afirmaba que "entregaría las insignias de mando al ciudadano que elija el pueblo" en los comicios del siguiente año.

Asimismo, afirmó que no aceptaría ninguna de las demandas de una declaración del 20 de julio de ese año, mediante la que prominentes ciudadanos exigían la derogatoria de la Ley de Seguridad Interior por la que se proscribía a algunos partidos políticos, la reforma del estatuto electoral para que se garantizara un proceso limpio y, esencialmente, se demandaba una amnistía general que permitiese que los ciudadanos pudiesen no solo elegir, sino también ser elegidos.

En medio de este clima político tan enrarecido, tres fueron las candidaturas que finalmente se presentaron: la de Manuel Prado (que contaba con el apoyo del APRA en busca de su legalización), la de Hernando de Lavalle (apoyado por los sectores financieros más recalcitrantes del país) y la de Fernando Belaunde Terry (joven arquitecto que venía auspiciado por el Frente de Juventudes Democráticas, sus alumnos de la Universidad de Ingeniería).

En un país acostumbrado a candidatos bastante maduros, la presencia de Belaunde, de 44 años, resultaba no solamente una ráfaga de aire fresco en la contienda electoral, sino también preocupante.
Así lo intuyó la dictadura, que buscaba que hubiera dos candidatos que no perturbasen el equilibrio de fuerzas, y que buscó la manera de cerrarle el paso.

El mecanismo que utilizó fue el propio Jurado Nacional de Elecciones, que retardaba su inscripción faltando apenas 17 días para los comicios, con el argumento de que "no había presentado el número de firmas exigido por la ley". La respuesta del candidato y sus seguidores no se hizo esperar.

Para ello convocaron a una protesta en el Centro de Lima, en la plaza San Martín, para el 1 de junio, día en que vencía el plazo de inscripción de candidatos. Desde ahí, Belaunde y los manifestantes se dirigieron a Palacio de Gobierno por el jirón de la Unión, hasta que al llegar a la plaza de la Merced, la policía les salió al encuentro.
"Hasta aquí nomás", les dijo el oficial a cargo de la tropa enviada para detenerlos. Intentaron continuar a los gritos de "¡A Palacio, A Palacio!", pero un 'rochabús' y la caballería arremetieron con tal fuerza que los hizo retroceder hasta el jirón Cusco.

Es entonces cuando Belaunde, armado tan solo de una bandera peruana, se dirigió solitario hasta donde estaba la policía, que arremetió nuevamente con mayor fuerza. Empapado, llegó hasta donde el jefe de la policía y le extendió un ultimátum al Gobierno al exigir su inscripción.

Como no hubo respuesta, se intentó llegar otra vez a Palacio, pero Belaunde, que iba a hombros de sus partidarios, fue derribado por un chorro de agua que le produjo una herida en la frente. Minutos después llegó la noticia: la inscripción había sido aceptada.

Si hay instantes que son decisivos en la vida de los hombres, segundos interminables en que se define un destino, el de Belaunde fue este. Su momento de gloria, porque aun cuando Belaunde no ganaría las elecciones de ese año, con su protesta conquistó el futuro.
Prof. Albino Paucar Gallegos
Vice Sec Gral Dptal de Política