lunes, 11 de agosto de 2008

Los residuos sólidos y su tratamiento

El artículo IV del Título Preliminar de la Ley Orgánica de Municipalidades establece que los gobiernos locales representan al vecindario, promueven la adecuada prestación de los servicios públicos locales y el desarrollo integral, sostenible y armónico de su circunscripción.

El ambiente ha ganado la preocupación por parte de las organizaciones y el gobierno. El abuso o mal uso de los recursos del planeta lo han puesto en peligro. El calentamiento global, el cambio climático, la desertificación, la reducción de la capa de ozono y la escasez de agua adquieren mayor urgencia y necesidad de acción. En este marco, las Naciones Unidas trabajan para lograr el desarrollo sostenible, es decir, lograr el desarrollo de los pueblos sin poner en peligro el ecosistema.

Cada año se produce más de cuatro millones de toneladas métricas de residuos sólidos en el país, de los cuales sólo el 21% de la basura que se recoge tiene como destino un relleno sanitario, mientras que el resto de desechos es arrojado directamente al ambiente o a botaderos informales que existen en las circunscripciones de las municipalidades provinciales ubicadas en el territorio nacional.

Los residuos sólidos que inundan nuestras calles, y que pocas veces tienen una disposición final eficiente, deben ser formalizados e implementados dentro de la gestión ambiental con el fomento de nuevas tecnologías para promover la inversión, como el reciclaje que se debe promover en todas las formas y desde todos los sectores. Según un estudio de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la ocupación del segregador es una expresión de la extrema pobreza, ya que en muchos casos es una actividad de sobrevivencia en la cual prevalece la informalidad.

Se considera residuos sólidos a aquellas sustancias, productos o subproductos en estado sólido o semisólido de los que su generador dispone, o esta obligado a disponer, a través de un sistema que incluya procesos tales como: minimización de residuos, segregación en la fuente, transporte, transferencia y disposición final, y tomando en cuenta los riesgos que causan a la salud y el ambiente.

Los residuos sólidos son bienes muebles de los cuales su propietario desea desprenderse o cuya disposición ordenada es obligada para conservar el bienestar de la comunidad, en especial para la protección del ambiente. La disposición de residuos sólidos comprende la recolección, el transporte, el tratamiento, el almacenamiento, la deposición y el aprovechamiento.

La prevención y reducción de éstos no forman parte de la disposición final sino constituyen otra parte de la gestión de los mismos. La gestión de residuos sólidos comprende la suma de todas las medidas para la prevención y reducción, así como la disposición ordenada y ecológicamente compatible, es decir, tanto de residuos urbanos como de residuos industriales.

Los conocimientos técnicos actuales constituyen el estado de desarrollo de procesos, instalaciones, equipos o formas de operación avanzados, que hacen que la idoneidad práctica de una medida técnica al respecto parezca asegurada. La forma concreta de aplicación de los conocimientos técnicos actuales puede depender de los requisitos específicos de cada país.

La acumulación de basura en el ambiente y en botaderos informales es un problema que va más allá del mal olor. Afecta a toda la población, principalmente a los más pobres, entre ellos, a las personas que se dedican a la segregación informal de residuos sólidos, quienes realizan su labor en condiciones que ponen en riesgo su salud.

La emisión de residuos sólidos es otro problema ambiental del país, después de las aguas servidas, porque unas 11 mil toneladas de éstos se arrojan a los ríos, a los terrenos baldíos. Lograr una eficiente disposición final de residuos no es imposible, ya que existen ejemplos cercanos, como es el caso del Brasil y en el Perú algunas municipalidades distritales se han empeñado en ello. Se puede incentivar las empresas para que se animen a reciclar, disponer eficientemente los residuos sólidos y mantener limpia la ciudad.

Se hizo público que los para reciclar los diversos insumos que se requieren en la elaboración de papel. El 97% del papel que produce procede del reciclado, por tanto solo emplea 3% de celulosa virgen. Tiene tanta demanda que se está importando papel reciclado de Chile y América del Norte, nuestro país puede producir gran parte de su papel simplemente reciclando lo que usa. De igual manera puede ocurrir con el plástico. Se debe difundir en las empresas ecoeficientes, con el objetivo de dar a conocer al país que existen casos de buen manejo de residuos, y que pueden convertirse en ejemplos a seguir.

El Informe Defensorial Nº 125, titulado “Pongamos la basura en su lugar. Propuestas para la gestión de los residuos sólidos municipales”, elaborado por la Adjuntía para los Servicios Públicos y el Medio Ambiente de la Defensoría del Pueblo, el cual da cuenta de la crisis que enfrentan las municipalidades con relación a esta problemática que pone en grave riesgo la salud de la población.

Asimismo, la supervisión mostró que el 76% de las municipalidades no promueve la clasificación de los residuos sólidos ni separa los restos peligrosos, lo que pone en riesgo considerable a los segregadores, por lo cual es necesario que las municipalidades desarrollen planes, programas y estrategias que contrarresten esta situación.

En la actualidad, el aumento de los residuos sólidos se debe al crecimiento poblacional con hábitos de consumo inadecuados y educación ambiental precaria, procesos migratorios desordenados, flujos comerciales insostenibles, inadecuado manejo de gestión de residuos sólidos por parte de algunas municipalidades.

La evidencia la falta de implementación de un sistema integral que involucre activamente a los tres niveles de Gobierno: Central, Regional y Local. En las municipalidades provinciales y distritales se encuentra la presencia de segregadores, quienes generalmente realizan sus actividades dentro de los botaderos, lugares que no cuentan con las medidas de sanidad y seguridad necesarias.

Los preocupantes resultados del referido estudio, el Informe muestra los resultados de la supervisión efectuada por comisionados de la Defensoría del Pueblo a las municipalidades provinciales, detectándose que el 98 % de estas arrojan los desechos que recogen en lugares no aptos, provocando la contaminación del aire, los suelos y el agua, además de propiciar la aparición y reproducción de insectos y animales transmisores de graves enfermedades infecciosas.

De acuerdo a la ley de residuos sólidos, se establece que las municipalidades son responsables por la gestión de los residuos sólidos de origen domiciliario, comercial y de aquellas actividades que generen residuos similares a estos, en todo el ambiento de su jurisdicción.

Existe un alto crecimiento urbano en la población causando una cantidad de residuos de de 0.529 Kg./hab./día, aproximadamente. La composición de los residuos expresa una alta cantidad de materia orgánica putrescible con un 54.3% en peso, mientras que los papeles altamente reciclables como el papel, cartón, plásticos, metales, textiles, cueros , cauchos y maderas representan el 20.3 % y el resto de materiales no reciclables constituyen el 25.2 % en peso.

El tratamiento de los residuos sólidos es aun muy bajo, del 100% de residuos sólidos municipales generados se dispone en rellenos sanitarios el 19.7% y en botaderos controlados el 46%, se recicla el 14,7% y se vierte al ambiente el 19,6%. Por otro lado, se recolecta el 73.7% de los residuos domésticos generados. Solo el 19.7% recibe disposición final adecuada.

Lamentablemente en el país existen sólo ocho rellenos sanitarios autorizados por la Dirección General de Salud Ambiental (DIGESA), de los cuales seis se encuentran en Lima, los cuales funcionan en circunstancias alarmantes. Debemos señalar que la composición de los residuos sólidos municipales contiene Biodegradables 55%, No reciclables 25%, Reciclables 20%.

En nuestro país se generan diariamente más de 13 mil toneladas de residuos domésticos, equivalente a dos estadios nacionales llenos por semana. De ese total diario; en consecuencia, depende de nosotros que preservemos nuestro ambiente con la industrialización de los residuos sólidos.

Lamentablemente los gobiernos locales encargados de la recolección de los residuos sólidos destinan a los servicios de limpieza pública muy poco de su inversión en materia ambiental, y lo llevan a las ya conocidas chancherías o los famosos rellenos sanitarios que son simples botaderos de residuos sólidos a los cuales no se les da el tratamiento de industrialización.

Por otro lado, el Informe -aprobado por Resolución Defensorial Nº 056-2007/DP- señala que en el 95% de las municipalidades provinciales visitadas los trabajadores que tienen contacto con residuos no cuentan con los implementos de seguridad necesarios para realizar su labor, y tampoco acceden a programas adecuados de atención médica para protegerse de los riesgos inherentes a sus tareas.

Los datos recogidos en el Informe muestran una situación crítica donde los residuos son depositados en los cauces de ríos, terrenos descampados y quebradas secas; lugares que se convierten en focos de enfermedades como hepatitis A, toxoplasmosis, fiebre tifoidea, dengue, poliomielitis, enfermedades de la piel, diarrea aguda infecciosa e infecciones respiratorias agudas.

Ante este panorama, la Defensoría del Pueblo invoca al Ministerio del Ambiente, recientemente creado, para que asuma su rol de ente rector en este tema implementando una política nacional de gestión de residuos sólidos. Asimismo, le exhorta a brindar apoyo a los gobiernos regionales y locales, inviertan en la implementación de acciones para dar solución a esta problemática.

Por lo cual, debemos iniciar una política nacional, para que podamos preservar el ambiente, y que al mismo tiempo, busquemos en los residuos sólidos una fuente de financiamiento y no ser mal utilizada, contaminando los ríos, los lagos y los mares, los desiertos o lugares abandonados.

El país vecino del Brasil ha llegado a un nivel de industrialización de los residuos sólidos, que incluso de ellos pueden sacar luz eléctrica, es decir, si como país nos proponemos estas tareas lo podemos lograr. Parece paradójico que tengamos que pagar a los gobiernos locales para que recojan nuestros desechos o basura, pero si llegamos a los niveles de industrialización serán estos o empresas privadas las que nos pagarán por nuestros residuos sólidos bien seleccionados, utilizados y canalizados en busca del bienestar y el bien común de la persona humana.
Julio César Castiglioni