jueves, 6 de noviembre de 2008

Digamos “NO” a un futuro ignorante

¿Que podemos esperar de la juventud de hoy en día que son el mañana del país, si lamentablemente los que se hacen llamar guías o ejemplos de la sociedad, sólo se dedican a otras cosas lucrativas a beneficio propio, en vez de incentivar el cultivo de educación y cultura a todos aquellos que adolecen de esta necesidad de sabiduría.?

La juventud vive una etapa lamentable, la educación en los colegios cada año es de menor calidad, es por esa razón que tenemos el mayor índice de ignorancia a nivel Latinoamérica y, para un país que crece económicamente, este detalle es una mala señal de lo que depara para el futuro.

Pero la mala educación no viene solamente de los colegios, sino del hogar mismo, ya que los padres arrastran de tiempo atrás un nivel cultural muy bajo inculcando a sus hijos esos criterios que conllevan a la mediocridad en principios y valores, dos palabras sumamente importantes para que una nación crezca a pasos agigantados. Ahora, si los principios y valores, que son partes fundamentales de la cultura de un pueblo, se combinan con educación, pues seríamos un país grande en todo sentido.

Asimismo, analizar que nuestros jóvenes estudiantes tienen un problema de actitud y conducta en los entornos que los rodean, es enfocarnos en el problema social que encierra a todo peruano, ya que nuestros niños y adolescentes son constantemente bombardeados e influenciados por aquellos programas televisivos que inducen a la violencia y a una mentalidad distinta a nuestra idiosincrasia; debido a esto, se convierten en personas que poco a poco se excluyen de la realidad formando su propio lenguaje de comunicación.

A raíz de todo ello, por no tener una identidad propia, por el bajo nivel educacional en los colegios y por la falta de enseñanza de principios y valores en el hogar, es que vemos por la calle a jovencitos que sin ningún respeto al público, hablan groserías e incoherencias sin importarles quien esté a su costado, incluso creyendo que su forma de comunicación está dentro de los parámetros permitidos en una sociedad educada.

Pero aún así, sabiendo y reconociendo este problema en la juventud, nadie dice nada, ni las autoridades ni los mismos padres de familia, que muchas veces son los responsables directos de las actitudes tomadas por sus hijos, ya que les permiten esas influencias foráneas que están de moda y que se consiguen mediante los medios masivos de comunicación, que dicho sea de paso, lo único que les interesa es la publicidad en sus programas basura de alto rating, en lugar de difundir cultura para nuestros jóvenes.

De esta manera, estamos siendo invadidos por jóvenes sin identidad propia ni cultura que utilizan un lenguaje vulgar y extraño, incluso hasta han inventando sus propios códigos de comunicación, que son totalmente distintos al castellano. Por otro lado, cuando la gente los escucha por la calle diciendo estupideces y groserías de alto calibre, no reacciona, se quedan mudos y solo atinan a mirar y seguir su rumbo, entonces ¿Qué esperamos para el futuro? ¿El Perú será un país más inculto? La respuesta y solución la tiene la misma sociedad, los padres de familia…y TU.

Si bien es cierto, nosotros siempre observamos al país del sur con un cierto rechazo por la historia que vivimos, pero a la vez, envidiamos su modo de vida. Este modo de vida, lo consiguieron con orden y limpieza, que son dos puntos importantes en el decálogo del desarrollo, ya que si recorremos sus calles, podemos observar que están bien conservadas y mantienen su cuidad sin ningún papel tirado en el piso, como también no se encontrará a una persona miccionando en las calles, en realidad es una envidia sana pero que podemos tomar como ejemplo. ¿Por qué no imitar esas acciones? ¿Acaso no nos sentimos mal cuando vamos al extranjero y nos tratan mal porque se han creado una imagen de cochinos e incultos por parte nuestra? Esas respuestas las tenemos nosotros mismos cambiando nuestra mentalidad, para luego transmitirla con responsabilidad a nuestros hijos y, por parte del gobierno, en incentivar los valores cívicos y los principios que es primordial para la sociedad peruana.

Por último, el Perú es un país hermoso, con una cultura milenaria exquisita, rico en recursos minerales, envidiada por muchos países latinoamericanos y del mundo, éstas son razones para sentirnos orgullosos de nuestra patria y levantar el ánimo personal sin agachar la cabeza ante nadie, sintámonos grandes con actitud positiva, recuperando nuestra propia identidad dejando de lado las influencias negativas que vemos en los medios, crezcamos culturalmente con una fuerte base de principios y valores paralelamente con la economía, y veremos en el futuro a un Perú grande que dejaremos de herencia para nuestros hijos.
Guillermo Tejada Dapuetto