El Gobierno Nacional, ha venido anunciando, entre bombos y platillos, el crecimiento macro económico que viene alcanzando el país y los economistas de diferentes tendencias políticas lo ratifican: el Perú avanza. En efecto, la economía de mercado, iniciada por el gobierno de Alberto Fujimori, continuada por Alejandro Toledo y ahora por Alan García, han convertido al Perú en la niña bonita del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Interamericano de Desarrollo, entre otras financieras, que inyectan dinero al país, vía crédito y que cada vez convierte a nuestro país en más dependiente.
El Perú avanza y el 95% de los peruanos no lo siente así; los policías, los maestros, los médicos, los empleados públicos del país, no sienten este crecimiento, ni en sus bolsillos ni en sus ollas. Ni que hablar del obrero, el campesino, el jornalero que a diario se rajan el lomo para llevar el alimento a sus hogares. El Perú avanza y el gobierno reparte millonaria campaña publicitaria para decirles a los peruanos “no al paro, no a la violencia” y convencernos de que no es necesaria la protesta. El Perú avanza y así se encontró con el paro del 9 de julio, como respuesta de la ciudadanía a la política económica y laboral del gobierno del sr. Alan García. El Perú avanza y el 57% de la población adolescente del país está en situación de pobreza. El Perú avanza y el 27% de la infancia del país tiene desnutrición crónica. El Perú avanza y el 50% de la infancia del país tiene anemia por falta de alimentos.
Por eso, frente a este Perú que avanza que beneficia solo a unos cuantos y no a las grandes mayorías es el paro, para que el gobierno cumpla con los convenios laborales internacionales y con la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas de la ONU , que no se otorgue más concesiones a transnacionales extractivas en territorios de comunidades Campesinas y Nativas, para que el gobierno no siga entregando a las transnacionales nuestras principales riquezas, para que el gobierno inicie una verdadera reforma del Estado, para que priorice a esos dos ejes estratégicos claves del desarrollo nacional como son educación y salud, para que las demandas de los trabajadores públicos y los ciudadanos de a pie sea escuchada.
Este es el valor de la democracia, que permite a los peruanos el derecho a protestar y decirle a su gobierno, no estamos de acuerdo con lo que estás haciendo. Por eso creo que el paro será contundente y el gobierno tendrá que escuchar las demandas de un pueblo que se muere de hambre en un país que cuenta con riquezas que le sirven a otros.
El Perú avanza y el 95% de los peruanos no lo siente así; los policías, los maestros, los médicos, los empleados públicos del país, no sienten este crecimiento, ni en sus bolsillos ni en sus ollas. Ni que hablar del obrero, el campesino, el jornalero que a diario se rajan el lomo para llevar el alimento a sus hogares. El Perú avanza y el gobierno reparte millonaria campaña publicitaria para decirles a los peruanos “no al paro, no a la violencia” y convencernos de que no es necesaria la protesta. El Perú avanza y así se encontró con el paro del 9 de julio, como respuesta de la ciudadanía a la política económica y laboral del gobierno del sr. Alan García. El Perú avanza y el 57% de la población adolescente del país está en situación de pobreza. El Perú avanza y el 27% de la infancia del país tiene desnutrición crónica. El Perú avanza y el 50% de la infancia del país tiene anemia por falta de alimentos.
Por eso, frente a este Perú que avanza que beneficia solo a unos cuantos y no a las grandes mayorías es el paro, para que el gobierno cumpla con los convenios laborales internacionales y con la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas de la ONU , que no se otorgue más concesiones a transnacionales extractivas en territorios de comunidades Campesinas y Nativas, para que el gobierno no siga entregando a las transnacionales nuestras principales riquezas, para que el gobierno inicie una verdadera reforma del Estado, para que priorice a esos dos ejes estratégicos claves del desarrollo nacional como son educación y salud, para que las demandas de los trabajadores públicos y los ciudadanos de a pie sea escuchada.
Este es el valor de la democracia, que permite a los peruanos el derecho a protestar y decirle a su gobierno, no estamos de acuerdo con lo que estás haciendo. Por eso creo que el paro será contundente y el gobierno tendrá que escuchar las demandas de un pueblo que se muere de hambre en un país que cuenta con riquezas que le sirven a otros.
Jorge Luis Sandoval Lozano