viernes, 22 de agosto de 2008

¿La UNJFSC ha crecido?

Al escuchar a la autoridad saliente de la UNJFSC, después de 5 años como rector el mencionar como grandes logros el aumento de 200 a 700 nuevos docentes, cabe preguntarse ¿cuantos de esos 500 nuevos docentes tienen grados de maestrías y doctorados? ¿Qué porcentaje de todos los docentes son investigadores?
También resalta como otro logro el aumento en un 30% más de nuevas escuelas profesionales.

Es cierto, la universidad muestra un crecimiento considerable en cuanto a los profesiones que ofrecía hace 40 años, remontándonos a sus años fundacionales en la década del 60 cuando aún era filial de la Universidad Nacional del Centro de Huancayo solo contaba con la Facultad de Ing. Pesquera posteriormente se crea la Facultad de Educación, y para finales de la década del 80 llega a tener 12 escuelas profesionales, han transcurrido cerca de 20 años y actualmente cuenta con cerca de 30 especialidades. ¿Estas nuevas profesiones que ofrece la universidad estarán sustentadas técnica y académicamente? ¿Cuentan con modernas bibliotecas, nuevos laboratorios y aulas virtuales?

Este crecimiento explosivo de profesiones que oferta la UNJFSC solo es comparable con la proliferación de universidades y filiales en todo el país a finales de los 90 e inicios del presente siglo.

Asimismo manifiesta que su gestión esta dejando 35 proyectos debidamente viabilizados y cuya ejecución demandaría alrededor de 58 millones de soles, interesante proyección pero se desconoce en que consisten tales proyectos y cómo beneficiaria a la universidad si se diera el financiamiento.

Que interesante hubiera sido si al menos la universidad hubiera concretado 5 proyectos debidamente financiados en el campo de la investigación en ciencia y tecnología.

La autoridad saliente también señala que su gestión ha estado sometida a constantes denuncias, y siempre se trataron de acciones políticas que buscaban sacarlo del cargo lo cual muchas veces terminaba distrayéndolo de los verdaderos problemas de la universidad.

En este aspecto cabe señalar que en las universidades públicas siempre hay intereses ajenos a los avances de las mismas, los cuales atienden en su mayoría a pretensiones por asumir el rectorado y cuando no acceden por medio de elecciones se dedican a sabotear la gestión de la autoridad electa.

Esa es la triste realidad de las universidades estatales, que se rigen por una ley universitaria que data de más de 20 años, y en la actualidad se ha convertido en un obstáculo para el avance en la gestión académica y administrativa que demandan las universidades públicas en el presente milenio.

La actual ley evidencia falencias tales como la elección de los cargos de autoridades, así tenemos que cuando se produce la elección del rector y los vicerrectores al día siguiente se tiene que algún vicerrector está viendo la forma de cómo boicotear la gestión del rector con la finalidad de echarlo del cargo en la absurda pretensión de asumir el rectorado.

Otra falencia es la misma conformación de los órganos de gobierno como la Asamblea Universitaria, Consejo Universitario y de Facultad, siendo muchas veces escenarios de sendos debates que se tornan interminables y al final no llegan a ningún acuerdo racional convirtiéndose en una pérdida de tiempo para el avance y progreso institucional.

Sin embargo, estos problemas que devienen de una ley universitaria anacrónica no imposibilitan que la autoridad elegida se proponga contra viento y marea sacar adelante proyectos importantes en investigación, acreditación, infraestructura, proyección social y otras áreas. Esto se logra cuando se ha elegido a un líder que sabe de su gran responsabilidad para con su alma máter, y por tal lidia con los obstáculos del sistema universitario vigente y no retrocede en su afán de concretar algunos proyectos importantes de su plan de gestión.

Pero cuando la autoridad elegida no cuenta con una reconocida trayectoria, no tiene ningún programa de acciones y metas concretas, y atiende a intereses subalternos entonces la institución se conduce por el día a día, sin ningún rumbo establecido imposibilitando su progreso.

Estamos a un día de la convocatoria de la asamblea universitaria para la elección de nuevas autoridades y hasta el momento los miembros del claustro universitario no conocen de ninguna trayectoria o plan de trabajo serio de los que aspiran al rectorado de la UNJFSC.
Lic. Engels Ortiz