Como nunca el presupuesto general de la republica de apertura para el año 2009 ha despertado un gran interés. Todos los sectores están a la expectativa: Educación, Salud, poder judicial, congreso, gobiernos regionales y locales, ministerios, fuerzas armadas y policiales, contraloría, entre los más representativos.
Tal parece que las continuas reuniones con estos estamentos han resultado en bandera blanca; se ha sabido considerar las peticiones de estos teniendo como base en la negociación la necesidad de vencer el proceso inflacionario, continuar con un crecimiento de por lo menos 7% y la promoción del ahorro.
Sin embargo me atrevo a señalar algunas adivinanzas que me vienen a la mente: El sector educación seguirá siendo uno de los más sacrificados al mantener su escaso 3 a 3.4% del PBI anual. El sector salud con su escaso 5% del PBI se vera talvez incrementado para cumplir con el reclamo inminente de la federación medica y apuntarse un poroto político que significa evitar su auspiciada y amenazante huelga. Con los gobiernos regionales y locales ya se llego a un acuerdo, y que significa en valores relativos un incremento pero que ha a la luz de un valor absoluto no hay avance significativo. De seguro el problema policial y de las fuerzas armadas será contemplado y tratado a favor austeramente. A la contraloría le será recortado su presupuesto, total es poco lo fiscalizado que llega a resultados favorables para el estado. Al congreso le corresponderá el mismo presupuesto del año anterior, aunque las partidas internas serán variadas a interés favorable de los otorongos. Al poder judicial la rebaja de su presupuesto será ostensible, que aunque lo han señalado es poco probable que este se incremente a su petición timorata. Los ministerios tendrán presupuestos mínimos de apertura, pero estos se incrementaran a medida que transcurra el año; total son de casa.
Pero solo el jueves 11 de septiembre en que se sustente este presupuesto por el premier y el ministro de economía sabremos a ciencia cierta el rumbo macroeconómico que llevara el país, el uso político que este tendrá como impacto social, los niveles de gasto publico, de inversión, pagos de la deuda externa que se harán y el nivel de ahorro nacional.
Tal parece que las continuas reuniones con estos estamentos han resultado en bandera blanca; se ha sabido considerar las peticiones de estos teniendo como base en la negociación la necesidad de vencer el proceso inflacionario, continuar con un crecimiento de por lo menos 7% y la promoción del ahorro.
Sin embargo me atrevo a señalar algunas adivinanzas que me vienen a la mente: El sector educación seguirá siendo uno de los más sacrificados al mantener su escaso 3 a 3.4% del PBI anual. El sector salud con su escaso 5% del PBI se vera talvez incrementado para cumplir con el reclamo inminente de la federación medica y apuntarse un poroto político que significa evitar su auspiciada y amenazante huelga. Con los gobiernos regionales y locales ya se llego a un acuerdo, y que significa en valores relativos un incremento pero que ha a la luz de un valor absoluto no hay avance significativo. De seguro el problema policial y de las fuerzas armadas será contemplado y tratado a favor austeramente. A la contraloría le será recortado su presupuesto, total es poco lo fiscalizado que llega a resultados favorables para el estado. Al congreso le corresponderá el mismo presupuesto del año anterior, aunque las partidas internas serán variadas a interés favorable de los otorongos. Al poder judicial la rebaja de su presupuesto será ostensible, que aunque lo han señalado es poco probable que este se incremente a su petición timorata. Los ministerios tendrán presupuestos mínimos de apertura, pero estos se incrementaran a medida que transcurra el año; total son de casa.
Pero solo el jueves 11 de septiembre en que se sustente este presupuesto por el premier y el ministro de economía sabremos a ciencia cierta el rumbo macroeconómico que llevara el país, el uso político que este tendrá como impacto social, los niveles de gasto publico, de inversión, pagos de la deuda externa que se harán y el nivel de ahorro nacional.
Dr. Jorge Ramal Niquén
