miércoles, 10 de septiembre de 2008

Reflexiones de un discurso

En el discurso del presidente Alan García Pérez con motivo de la colocación de la primera piedra que da inicio a la construcción de una planta de fosfatos para producir fertilizantes úricos que repercutirán positivamente en el desarrollo del agro nacional se pronunciaron estas Palabras:

“El Perú necesita trabajo, no asistencia, no regalo, porque el regalo de hoy lo pagan sus hijos o sus nietos y lo peor que pueden dejar a sus hijos es la deuda de su egoísmo y esto es lo que tenemos que entender”. Idea conceptual que merece algunas reflexiones:

No están exentas de verdad estas palabras, es mas, es verdad lo dicho; sin embargo el peruano común, el peruano de la calle, el que ve televisión en el noticiero de la noche, el que llega a casa con el pensamiento agotado por la dura jornada, en su mayoría lo entiende diferente.

Cree que son palabras de un derechista, un demagogo, y dice: “AGP quiere recortar los programas asistenciales o en su defecto los promueve tibiamente solo por compromiso al estar obligado por sus antecedentes apristas, no le interesan los pobres, ahora es todopoderoso.

A este poblador que no tiene la culpa de su pensamiento errático y herrado no le gusta escuchar estas verdades, se ofende y por ende intenta atacar desde su impotencia. Y luego se duerme, y sueña, y es ahí donde metaboliza su rechazo.

Un golpe duro este pensamiento, pero nada mas injusto y fuera de contexto al no saber comprender el deseo de un presidente que intenta instalar los cambios que necesita el país de forma rápida en una coyuntura adversa; coyuntura de la que se aprovechan muy bien los profesionales del desconcierto, del caos, del antisistema, de los defensores del perro del hortelano, de los ansiosos de poder que con su palo encebado pretenden utilizar la pobreza como bandera de lucha y que encuentran terreno fértil en el soñador.

Es necesario hacer este articulo; que ojala pueda ser leído y comprendido en su intención, para ser menos manipulables y construir una autentica personalidad, que afianzará la esperanza y construirá un ser individua, independiente y republicano capaz de propugnar el cambio que requiere el país haciendo eco de las palabras bien intencionadas de nuestro presidente.

Dr. Jorge Ramal Niquén