Los constantes desaciertos políticos y administrativos que viene cometiendo el ministro Garrido Lecca son originados por un problema de desequilibrio emocional combinado con un desajuste mental en su fase maniaca, es lo más probable, de lo contrario no se explica que día a día fracase estrepitosamente.
Este conflicto mental es ocasionado esencialmente por agotamiento al haber dirigido la cartera de vivienda con resultados pobres a pesar de los esfuerzos y continuar ejerciendo una cartera con innumerables problemas difíciles de manejar, al cual se sumaron la necesidad de conocer el sector desde cero, afrontar una huelga de 30 días teniendo que firmar por firmar para pasar a la acción. Acción en la cual tuvo la ilusión de moldear con el tiempo su nuevo juguete para bien. Lamentablemente esto no sucedió, la soberbia, el saberse infalible, el espíritu de figuretismo mediático que lo empuja a mostrar su nueva y delgada silueta, el sentirse protegido y avalado políticamente por su compañero presidente fueron las armas que se articularon y jugaron en su contra.
El ministro debe ser cesado, él no renunciará, y la causa no solo será por necesidad política, sino por que si no lo cesan inmediatamente se comprometerá mas en el ámbito mental, podría llegar a presentar un trastorno severo de bipolaridad por el stress que significa ser el árbol caído del cual todo el mundo hace leña. Y aunque suene risible o paradójico la salida del ministro es por su salud.
Este conflicto mental es ocasionado esencialmente por agotamiento al haber dirigido la cartera de vivienda con resultados pobres a pesar de los esfuerzos y continuar ejerciendo una cartera con innumerables problemas difíciles de manejar, al cual se sumaron la necesidad de conocer el sector desde cero, afrontar una huelga de 30 días teniendo que firmar por firmar para pasar a la acción. Acción en la cual tuvo la ilusión de moldear con el tiempo su nuevo juguete para bien. Lamentablemente esto no sucedió, la soberbia, el saberse infalible, el espíritu de figuretismo mediático que lo empuja a mostrar su nueva y delgada silueta, el sentirse protegido y avalado políticamente por su compañero presidente fueron las armas que se articularon y jugaron en su contra.
El ministro debe ser cesado, él no renunciará, y la causa no solo será por necesidad política, sino por que si no lo cesan inmediatamente se comprometerá mas en el ámbito mental, podría llegar a presentar un trastorno severo de bipolaridad por el stress que significa ser el árbol caído del cual todo el mundo hace leña. Y aunque suene risible o paradójico la salida del ministro es por su salud.
Dr. Jorge Ramal
