sábado, 11 de octubre de 2008

El Compañero Jorge del Castillo

"Lobby", palabra decente en la sociedad política que busca presionar el centro del poder para beneficiarse. Estos favores se entienden como económicos, pero no siempre son así. Allí está la política de la zancadilla que desestabiliza y genera caos. Entonces solo queda la salida política.

El Premier del APRA en nuestro segundo gobierno no cedió un milímetro a las tentaciones inmorales del fujimorismo; la versión criolla del colonialismo, ahora los caviares, también se la tenían jurada; pero también, se va por que lo que el Perú avanzó durante estos dos años y tres meses, en infraestructura y grandes proyectos de envergadura descentralizadora, tenía que ser negado por los enemigos de la decencia. Nuestros enemigos jamás reconocerán una obra buena del aprismo, querrán recordarnos el lado oscuro que ellos generan.

Pero no se trata solo del APRA, sino de las pretensiones de un Jorge aspirando a las presidenciales del 2011.

Políticamente el APRA como proyecto ha asumido la responsabilidad del juego democrático. Eso nos diferencia de las dictaduras. Entre los videos del pasado y los audios de hoy, es que ahora no existe la extorsión de una prensa vendida en los salones del SIN. Jorge con su renuncia nos recuerda que la democracia es nuestro principal valor.

Pero la seguridad nacional y la estabilidad política no pueden estar expuestas en manos del tejido de la corrupción. Ninguna democracia puede tener la garantía de estabilidad si no se interviene con leyes que prevengan las malas prácticas ¿Acaso el mismo guión mafioso no se habrá seguido en la firma de los contratos mineros del pasado?

Si queremos Estado y nacionalismo, pues no solo lleguemos a la investigación más profunda hallando a los culpables, sino dando leyes cautelares que impida esas tentaciones corruptibles inherentes a la naturaleza humana. Pero el país tampoco puede consentir se institucionalice y legalice la escucha telefónica como "procedimiento perverso" –para citar textualmente al Premier Jorge Del Castillo – y "crear un clima de zozobra antidemocrática" al más puro estilo de este gris cielo de tufo limeño.

Salud y larga vida al amigo y compañero Jorge Del Castillo, sin indicio o prueba firme de acto doloso. Se va por la puerta grande, como los grandes. Con el brazo izquierdo en alto y saludando imaginariamente a nuestro maestro.
Víctor Raúl Huamán