La sociedad civil no tiene quien la defienda y menos quien canalice sus demandas, esta huérfana.
Una ves hizo nacer a un hijo, llamado rimbombantemente “frente de defensa del Santa” para que cuide sus intereses; hoy este hijo, a envejecido prematuramente, se esta muriendo por el cáncer, la enfermedad esta avanzada, no hay remedio, se debate en la agonía, nadie lo llora o añora, ya es tarde para sanarlo o reestructurarlo o reportenciarlo como algunos ingenuos piensan, solo le queda morir.
Pero sobre las cenizas del bien parido, aunque desviado por la enfermedad, debe nacer como el Fénix otro hermano, con sus órganos nuevos, funcionales, y que se comporte a la altura de un pueblo que clama por su desarrollo.
Esta vieja estructura carcomida por la politización corrupta debe dejar en libertad a la sociedad civil, no debe tomar mas su nombre en pro de sus intereses particulares, sus integrantes son conocidos y deben tener el mismo fin.
Los colegios profesionales en su totalidad, las principales instituciones de base, la cámara de comercio, los gremios locales despolitizados o sin sesgo político orientado en la lucha, los agricultores, pescadores, la iglesia, los representantes comunales y de pueblos jóvenes o asentamientos humanos, deben aglutinarse, concertar, y gestar un nuevo movimiento que represente a la nueva sociedad civil chimbotana.
Una ves hizo nacer a un hijo, llamado rimbombantemente “frente de defensa del Santa” para que cuide sus intereses; hoy este hijo, a envejecido prematuramente, se esta muriendo por el cáncer, la enfermedad esta avanzada, no hay remedio, se debate en la agonía, nadie lo llora o añora, ya es tarde para sanarlo o reestructurarlo o reportenciarlo como algunos ingenuos piensan, solo le queda morir.
Pero sobre las cenizas del bien parido, aunque desviado por la enfermedad, debe nacer como el Fénix otro hermano, con sus órganos nuevos, funcionales, y que se comporte a la altura de un pueblo que clama por su desarrollo.
Esta vieja estructura carcomida por la politización corrupta debe dejar en libertad a la sociedad civil, no debe tomar mas su nombre en pro de sus intereses particulares, sus integrantes son conocidos y deben tener el mismo fin.
Los colegios profesionales en su totalidad, las principales instituciones de base, la cámara de comercio, los gremios locales despolitizados o sin sesgo político orientado en la lucha, los agricultores, pescadores, la iglesia, los representantes comunales y de pueblos jóvenes o asentamientos humanos, deben aglutinarse, concertar, y gestar un nuevo movimiento que represente a la nueva sociedad civil chimbotana.
Dr. Jorge Ramal Niquén
